lunes, abril 28, 2025

Simular alegría en el trabajo podría generar problemas relacionados con el alcohol: investigación.

Si eres una de esas chicas que se dedican a atender al público, sabes que en ocasiones pueden volverte loca, ya que su comportamiento puede ser realmente irracional. De hecho, esa frase famosa que dice: “el cliente siempre tiene la razón”, en ciertos casos se aleja mucho de la verdad.

Interactuar con ellos puede ser complicado. En ocasiones olvidan que los empleados también son seres humanos con sentimientos y emociones. Y ahí estás, esforzándote por sonreír y mantener la calma sin saber que esta actitud de fingir tranquilidad podría llevarte a desarrollar problemas de alcoholismo.

Chica de cabello castaño y chaqueta denim, sentada en una cafetería bebiendo una copa con cerveza

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y la Universidad de Búfalo analizó los hábitos de consumo de alcohol de los trabajadores que interactúan con clientes (como empleados de tiendas, maestros, médicos, entre otros) y descubrieron que aquellos que ocultan sus emociones tienden a beber más después de su jornada laboral.

Para llegar a esta conclusión, se estudiaron los datos de entrevistas realizadas por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos a tres mil participantes en la Encuesta Nacional de Estrés y Salud en el Trabajo:

Fingir sonrisas o reprimir emociones con los clientes está vinculado con el consumo de alcohol debido al estrés laboral y a sentimientos negativos. No es únicamente el malestar lo que conduce a la bebida, sino que cuanto más reprimen sus emociones negativas, menor control tienen sobre sus hábitos de consumo de alcohol al finalizar la jornada.

Alicia Grandey, profesora de Psicología.

La razón detrás de esto aún no se entiende completamente, pero Grandey sugiere que se debe a que actuar feliz frente a clientes problemáticos requiere mucho autocontrol, el cual se agota al final del día laboral. Aunque es positivo mantener una actitud optimista sin dejar que las situaciones difíciles nos abrumen, tal vez sonreír todo el día como parte del trabajo no sea tan beneficioso como podría parecer.

Grupo de cuatro amigas sentadas en una mesa bebiendo cerveza artesanal

Según los investigadores, la clave podría hallarse en la recompensa personal, ya que, por ejemplo, las enfermeras deben suprimir sus emociones para consolar y tranquilizar al paciente, lo que les brinda satisfacción. Sin embargo, un empleado de un call center raramente vuelve a atender al mismo cliente, lo que convierte su trabajo en algo más agotador.

En un primer momento, el alcohol puede hacerte sentir desinhibida, eufórica y sociable, efectos que parecen positivos, pero a la larga tu salud podría verse seriamente afectada.

  • Problemas cardiovasculares. Dependiendo de la cantidad de alcohol consumido, la bebida puede incrementar la presión sanguínea hasta el punto de causar hipertensión.
  • Cáncer. Si bien el cáncer de hígado es el más habitual, también existe el riesgo de desarrollar cáncer de mama, de boca y de intestino, y si tienes antecedentes familiares de estas enfermedades, el riesgo de padecerlas aumenta.
  • Sobrepeso. Una lata de cerveza tiene alrededor de 145 calorías y, además, el consumo de alcohol suele aumentar el apetito, llevando a un ingesta descontrolada. Si le sumas que muchos cócteles son preparados con jugo de piña, naranja y otros aditivos, obtienes una verdadera bomba calórica.
  • Pérdida de memoria. El alcohol provoca una pérdida neuronal permanente que se relaciona con problemas de memoria y deterioro cognitivo, lo que puede llevar a la demencia. Además, puede causar alteraciones en el sueño y en el temperamento, volviéndote difícil de tratar y con una pobre salud psicológica.

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