Es bastante habitual que los niños pequeños adopten la posición de «W», algo que muchos de nosotros también hicimos en nuestra infancia. Sin embargo, un número creciente de expertos advierte que esta postura puede generar problemas de salud significativos a largo plazo.
Esta posición, conocida también como postura de sastre invertida, resulta perjudicial para los niños, ya que se encuentran en una fase crucial de desarrollo y podría provocar deformidades óseas y afectar su crecimiento adecuado.
Adoptar esta postura tensa innecesariamente las rodillas, los tobillos y la cadera, además de que puede causar acortamiento y rigidez en los músculos de la cadera y las piernas. No representa un riesgo vital, pero es crucial considerar sus implicaciones en el desarrollo del niño.
Para una explicación más detallada, mira este video:
https://youtu.be/4FlBOC9Ma2g?t=3s