Los nacidos entre 1980 y 1995 son conocidos como Millennials, un grupo que tiene un nuevo adjetivo: «la generación cansada o hastiada».
Así lo afirma la Asociación Estadounidense de Psicología, que afirma que los adultos jóvenes de este sector tienen el doble de probabilidades de estar cansados que hace 20 años, ya que sufren agotamiento físico y mental derivado de la ansiedad, la falta de sueño, los bajos salarios. trabajo, tecnología y falta de alimentación adecuada.
A trabajó Un estudio del Pew Research Center muestra que solo el 30 por ciento de los jóvenes estadounidenses están satisfechos con su salario, mientras que casi un tercio no tiene un trabajo estable. La falta de ingresos y tiempo para realizar sus actividades diarias hace que sea imposible para los millennials llevar una vida saludable. Su dieta se basa en comida rápida y no hay actividad física.
Con el supuesto de que “siempre hay que trabajar”, los millennials prefieren pagar por los servicios, cuestión que hace que gastar a fin de mes sea estresante y genere cansancio. Este cansancio también se traslada a otras actividades sencillas como hacer los deberes, sacar la basura, limpiar la casa, etc.
El impacto de la tecnología está obligando a los millennials a estar constantemente conectados, ya que incluso cuando termina la jornada laboral, muchos continúan trabajando desde sus teléfonos o incluso los mantienen cerca del sueño, lo que provoca que el sueño se vea interrumpido por el ruido, recibirán notificaciones que crean ansiedad, lo que en a su vez conduce a la falta de sueño y, como resultado, la fatiga.
Una encuesta realizada por De las Heras Demotecnia, cuyos resultados fueron liberado de la revista Forbes, muestra que la mayor insatisfacción de los mexicanos de esta generación es con su situación laboral y económica. El 51 por ciento gana 7952 pesos y solo el 4 por ciento gana 13254 pesos.
Es importante agregar que según este trabajo, el 47 por ciento de los millennials todavía están estudiando; el 63 por ciento vive con sus padres ya que no hay prisa por comenzar la vida adulta; y el 52 por ciento son solteros y no tienen hijos.