La actual ola epidémica causada por la nueva subvariante BA.5 de ómicron está en aumento a nivel mundial. La subvariante BA.5 no solo presenta una mayor contagiosidad en comparación con sus predecesoras, sino que además los síntomas que provoca son más graves. Asimismo, nunca ha sido tan sencillo contraer covid-19, incluso en personas que están vacunadas.
La subvariante SARS-CoV-2 dominante en todo el mundo está provocando un incremento en los casos de covid-19 y las hospitalizaciones, así como reinfecciones más rápidas. Según CNN en español, la principal preocupación de las autoridades de salud pública es que BA.5 está afectando a millones de personas que ya poseían inmunidad natural o adquirida contra el SARS-CoV-2, lo cual implica que es posible enfermar de coronavirus en segunda, tercera e incluso cuarta ocasión.
De acuerdo con un estudio reciente de la Universidad de Columbia, esta subvariante es «sustancialmente» más resistente a las vacunas: 4.2 veces más que su predecesora BA.2, que a su vez era solo 1.8 veces más resistente a las inmunizaciones.
Todos estos fenómenos dependen de la conformación molecular del virus, así como de la de nuestras células y de los anticuerpos que nuestro organismo produce. Existen mutaciones, como las de la subvariante BA.5 de ómicron, que modifican la estructura de la proteína espiga de manera más significativa, lo que impide que los anticuerpos generados por los linfocitos B y los linfocitos T puedan reconocerlos e inactivarlos.
Los síntomas de BA.5 son comparables a los de cepas anteriores, sin embargo, la evidencia preliminar ha indicado que pueden ser más intensos. Según un investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en comparación con las personas que tuvieron su primera infección, aquellas que se reinfectaron mostraron un mayor riesgo de desarrollar problemas en los pulmones y el corazón, diabetes, fatiga, trastornos neurológicos, gastrointestinales, musculoesqueléticos, renales y de salud mental después de cada reinfección. Estos síntomas pueden persistir durante al menos seis meses tras la reinfección.