Cuando eres mujer, ya sea que estés casada o no, siempre aparece algún familiar o amigo interesado en saber cuándo piensas tener hijos. Y si te acercas a los 30, la presión aumenta considerablemente, ya sea por los supuestos beneficios de embarazarse antes de esa edad o por la energía que podrías tener para cuidar de ellos.
Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad del Sur de California (USC) revela que las mujeres que tienen su último bebé después de los 35 años tienden a ser más agudas mentalmente a medida que envejecen. Este descubrimiento representa “buenas noticias para las mujeres profesionales que planean formar una familia más tarde en su vida”, comentó la Dra. Roksana Karim, autora principal del estudio y profesora asistente de medicina clínica preventiva en la Escuela de Medicina Keck de la USC.
Este estudio se presenta en un contexto donde muchas mujeres están posponiendo la maternidad. Para examinar los efectos del embarazo tardío sobre la salud neurológica, Karim y su equipo analizaron datos de dos ensayos clínicos que se habían diseñado para verificar el impacto de los suplementos de soya y estrógeno en mujeres mayores.
Entre las mujeres postmenopáusicas que participaron en la investigación, aquellas que tuvieron su último embarazo después de los 35 años mostraron una mejor memoria verbal. Además, se sugiere que una vida reproductiva más pausada tiene efectos positivos en el cerebro; las mujeres que comenzaron su ciclo menstrual antes de los 13 años y experimentaron la menopausia a la edad típica también presentaron mejores capacidades mentales después de este período.
No fue únicamente el embarazo tardío lo que aparentemente benefició la salud cerebral de las mujeres. Los investigadores también descubrieron que el uso de anticonceptivos por más de diez años puede asociarse con una mejor memoria verbal y habilidades de razonamiento crítico en la vejez. Esto podría deberse a que los anticonceptivos orales ayudan a mantener un nivel hormonal estable, dijo Karim. En verdad, las hormonas nunca dejan de sorprendernos.