Las visitas periódicas al médico son necesarias para detectar a tiempo la presencia de una enfermedad o condición de la que no somos conscientes y que con el tiempo puede resultar mortal. Un ejemplo de esto es el cáncer, que si se detecta a tiempo puede ser curable.
Tal fue el caso de Stefan, una mujer cuya historia habría sido diferente si no hubiera visto al médico. Dijo que no había ido a la clínica en años, pero un día decidió visitar a su hermana y se dio cuenta de que algo andaba mal:
Ese día me puse un vestido ajustado y noté que me quedaba bastante ajustado. Siempre le he echado la culpa a la gordura, pero antes me había dado cuenta de que tenía una especie de bola que a veces sentía ya veces no tanto.
Luego de pasar una agradable tarde con su familia, comenzaron los síntomas: vómitos, mareos y cansancio extremo.
Poco después del almuerzo me sentí súper mareado y bastante débil. Vomité y tuve que irme directo a la cama. Estaba tan cansada que me quedé dormida y me desperté solo para ir al baño a vomitar de nuevo. Mi hermana estaba muy preocupada, supuso que algo grave me estaba pasando en el estómago. Terminamos en el hospital a medianoche.
Allí, los médicos le descubrieron un tumor, por lo que le dijeron que necesitaba una operación urgente. Tras la operación, los especialistas comprobaron que tenía seis miomas en lugar de uno, lo que le provocaba fuertes dolores durante sus periodos menstruales:
Cuando me desperté y estaba razonablemente consciente, el médico me dijo que estaba muy sorprendido de que me hubiera quitado no solo un fibroma del tamaño de una toronja, sino otros seis pequeños. Todos estos pequeños tumores estaban en mi estómago.
La mujer dijo que quería compartir su historia para que otras mujeres no dejen de revisarse:
Estoy agradecido de que el tumor fuera benigno. Fue muy difícil y no quiero que pases por lo mismo que yo. Si tiene la sensación de que algo anda mal con usted, por favor vaya al médico. Quizá me habrían dado medicación unos meses antes y no habría necesitado saber de bisturí.
Una investigadora de la Universidad de Surrey, Katriina Whitaker, dirigió un trabajó en el que encontró que un tercio de los pacientes con cáncer del Reino Unido ignoraron los primeros síntomas que se manifestaron en su cuerpo y no buscaron un examen:
Necesitamos enviar el mensaje de que no debe ignorar los síntomas que no desaparecen, especialmente aquellos que se consideran señales de advertencia, sino que debe acudir al médico y buscar ayuda.
Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, aquí hay algunos signos que pueden ayudar a identificar el cáncer temprano:
pérdida de peso inexplicable
La mayoría de las personas con esta afección experimentan pérdida de peso en algún momento. Perder diez libras, o más, puede ser el primer signo de cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmones.
Fiebre
Es muy común que las personas con cáncer tengan fiebre, especialmente cuando el tumor se disemina a otros lugares donde se originó. Esto puede ser un signo de leucemia.
cansancio excesivo
Las personas con cáncer sufren de fatiga extrema que no mejora con el descanso.
cambios en la piel
Si hay algún oscurecimiento, coloración amarillenta, enrojecimiento o crecimiento excesivo de vello en la piel, las alarmas deben activarse.
Heridas que no cicatrizan
Las pequeñas llagas que no cierran después de más de cuatro semanas pueden ser una clara señal de la presencia de cáncer; también cualquier cambio en la boca que dure mucho tiempo, o la aparición de llagas en el pene y la vagina.
sangrado
Si está en las heces, puede haber enfermedad en el colon o el recto. La sangre en la orina o en el pezón también son señales de advertencia.
Tos persistente o ronca
Si la tos persiste por más de tres semanas o si hay ronquera, se recomienda precaución. La tos con sangre podría ser un signo de cáncer de pulmón.
