Mi amiga Andrea siempre dice: «Lo que me prohíben, es lo que más quiero hacer».
Consciente o no, sabemos que un solo error puede tener consecuencias muy negativas y, aun así, como todo ser humano, la adrenalina o la tentación nos pueden dominar.
Lo cierto es que esos «pequeños» errores o deslices en momentos críticos pueden ayudar a conocernos mejor a nosotros mismos.
¿Cuál será el elemento clave que hace que la tentación sea tan irresistible? Cada persona tiene tentaciones diferentes, ya que todos tenemos intereses diversos.
Me resulta fascinante que cada tentación se presente en su propia forma y estilo, aunque a veces manifestemos anhelos por vidas alternativas que pueden no ser las más adecuadas para nuestra existencia.
Aun así, continuamos dándonos el lujo de buscar aquello que entorpece nuestros sentidos, brindándonos una inmunidad temporal frente a ciertas situaciones.
Lo más sorprendente es que poseemos la capacidad de observar, analizar y reconocer lo que nos está tentando. En otras palabras, sabemos exactamente a dónde podría llevarnos esa tentación y, por otro lado, lo que hace que una decisión consciente desafíe este análisis a fin de complacernos de manera temporal.
¿Quieres saber por qué?
Sufrimiento
Tal vez sea el sufrimiento el que guía nuestras tentaciones. Este dolor puede llevarnos a una profunda inmersión y, cuando no sabemos cómo manejarlo, nos empuja a buscar soluciones fáciles.
Todos hemos experimentado sufrimiento, ya sea por la pérdida de un ser querido o por cualquier otra situación difícil.
Por eso, instintivamente los humanos buscamos placer. Esta es la telepatía mental que nuestro cerebro exhibe al tratar de encontrar ese placer.
Escapar
Aparte del hecho de que buscamos placer de manera inconsciente, nos entregamos a estas tentaciones porque nos ayudan a escapar. Todos tenemos razones para querer huir de la «realidad», cuando sentimos soledad, desamor, desesperación, etc.
Sin embargo, ¿será una buena razón para pecar?
Nos sometemos a estas tentaciones con la esperanza de que nuestros problemas se resuelvan, pero ¿cuántas veces nos han ofrecido alguna solución?
Lo que en realidad ocurre es un círculo vicioso que nos aleja de la realidad cada vez más y por períodos de tiempo más largos.
Miedo
¿Qué significa realmente cuando dicen que el miedo paraliza?
El miedo puede interferir cuando se asocia a un tiempo determinado. La mayoría de las personas establecen plazos para todo: cuándo alcanzar el éxito profesional, cuándo enamorarse, cuándo tener un hijo, etc.
Cuando estas fechas límite se cumplen, el miedo aparece disfrazado con pensamientos como: «No tengo lo suficiente», «Tal vez nunca alcanzaré mis metas», o incluso «No soy lo suficiente».
Hoy te reto a dejar ir el miedo. Este generalmente no te lleva a nada positivo. Siente el sufrimiento, compréndelo y no intentes cambiarlo. Encuentra la raíz de tu miedo y sufrimiento, y suelta esas fechas límites imaginarias.
Deja ir ese peso que llevas y confía en ti mismo; cree que vales la pena. Valen la pena vivir plenamente, no solo existir. No dejes que las tentaciones o confusiones te guíen, avanza con la conciencia de que el miedo se desvanecerá, y así será.