Un descubrimiento reciente podría salvar muchas vidas al prevenir la metástasis: la propagación del cáncer de una parte del cuerpo a otra. El Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona logró identificar una proteína que provoca la enfermedad que transforma las células normales en células metastásicas.
En el cual investigar Se ha descubierto que la inhibición de la proteína CD36 (que transporta la grasa a las células) reduce el tamaño de los tumores metastásicos existentes en el cáncer de piel, mama, ovario, vejiga y pulmón. Los investigadores realizaron un experimento con ratones y los dividieron en dos grupos: el primero recibió una dieta normal, mientras que el segundo recibió una dieta rica en grasas. Esto reveló que el primer grupo de roedores tenía un 30 por ciento de posibilidades de desarrollar metástasis y el otro un 80 por ciento de riesgo de contraer la enfermedad.
El objetivo de los experimentadores es encontrar un tratamiento contra las metástasis basado en la proteína CD36, ya que aseguran que el experimento fue tolerado y no se encontraron efectos negativos en las autopsias y exámenes de los animales.
A principios de este año, un grupo de científicos de la Universidad de Basilea descubrió que al combinar dos medicamentos, las células malignas del cáncer de mama se convierten en grasa y previenen la aparición de metástasis. El experimento también se realizó en ratones a los que se trasplantaron tumores de la enfermedad y luego se les administró trametinib y rosiglitazona, lo que permitió que el cáncer se convirtiera en grasa y no se propagara a otras zonas del cuerpo.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la segunda causa de muerte en todo el mundo, provocando 8,8 millones de muertes en 2015.