Corea del Norte ha declarado una “emergencia nacional grave” tras la detección del primer caso de covid-19 en la capital. El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha ordenado el cierre de todas las ciudades del país.
Los medios estatales informaron el jueves 12 de mayo que se identificó la variante ómicron, que es altamente contagiosa, en una muestra recolectada en la ciudad de Pionyang a principios de este mes.
Hasta el momento, no está claro cuántas infecciones se han reportado, pero la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) indicó que se habían encontrado casos de la variante ómicron en la capital. El gobernante Partido de los Trabajadores de Corea anunció que debería implementarse un sistema de control de virus de “máxima emergencia”.
KCNA informó que Kim Jong-un convocó a una reunión del buró político del partido el jueves, donde instruyó a los funcionarios a cerrar completamente todas las ciudades y condados del país, al tiempo que se intensifican las medidas para frenar el brote. Más tarde ese día, la Televisión Central de Corea transmitió imágenes del líder norcoreano usando una máscara de protección durante la reunión.
Corea del Norte no había reconocido previamente ningún caso de coronavirus, aunque pocos creen que un país de aproximadamente 25 millones de habitantes se haya librado de un virus que ha infectado a millones en todo el mundo.
Las fronteras de Corea del Norte con China, su mayor socio comercial, y Rusia han permanecido cerradas desde enero de 2020 para evitar la entrada del virus, a pesar de que esto haya causado un gran impacto en la economía del país, dificultando además el abastecimiento de recursos para satisfacer las necesidades básicas de la población.
En agosto de 2020, Corea del Norte anunció que estaba trabajando en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, pero no se han proporcionado más detalles desde entonces. Además, el país no ha compartido información sobre su situación de vacunación contra el covid-19 con la Organización Mundial de la Salud, según el último informe de situación.
De acuerdo con Kim Sin-gon, un profesor de medicina de la Universidad de Seúl en Corea del Sur, si la mayoría de la población de Corea del Norte no está vacunada, y considerando las limitaciones en sus capacidades de prueba, la infraestructura médica inadecuada y su aislamiento del mundo exterior, el potencial para que el brote se expanda podría ser devastador, representando la mayor amenaza a la que el régimen de Kim Jong-un se haya enfrentado jamás.