Si eres de esas personas que prefieren saltarse el desayuno a las apuradas o, en tu caso, de esas personas que comen mucho y cerca de la hora de dormir, ¡debes tener cuidado! Ambas acciones pueden causar problemas cardíacos, según los expertos.
de acuerdo a un aprender de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, “Las personas que combinan estos malos hábitos alimenticios tienen un riesgo de cuatro a cinco veces mayor de perder la vida debido a una enfermedad cardíaca”.
Los investigadores analizaron a 113 pacientes de 60 años que se habían recuperado de un infarto y a quienes se les preguntó sobre sus hábitos alimenticios. A través de sus testimonios, descubrieron que el 58 por ciento de los participantes se salteaba la primera comida del día, mientras que el 51 por ciento cenaba casi antes de acostarse por exceso de actividad; mientras que el 41 por ciento hizo ambas cosas: no comieron ni bebieron, ni agua ni café, temprano en la mañana y cenaron muy tarde.
Las personas que se saltan el desayuno y comen tarde no solo son vulnerables a los ataques cardíacos, sino también a otros hábitos poco saludables como fumar y poca actividad física, señalan los autores del estudio:
Nuestra investigación muestra que los dos comportamientos alimentarios se asocian de forma independiente con peores resultados después de un ataque al corazón. Las personas que trabajan hasta tarde pueden ser particularmente propensas a comer tarde y no sentir hambre por la mañana.
Marcos Minucci -autor del estudio- recomienda dos puntos muy importantes para prevenir enfermedades del corazón provocadas por una alimentación inadecuada:
Se recomienda un mínimo de dos horas entre la cena y la hora de acostarse. Dicen que la mejor manera de vivir es «desayunar como un rey». Un buen desayuno suele consistir en lácteos, un carbohidrato y fruta, y debe representar entre el 15 y el 35 por ciento de nuestra ingesta calórica diaria total.
La American Heart Association dice que comer más calorías temprano en el día y menos comida por la noche reduce el riesgo de un ataque al corazón u otras enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos.
Otros cardiólogos dicen que las personas que desayunan todos los días tienen un menor riesgo de desarrollar colesterol alto o presión arterial alta en comparación con las que no lo hacen, ya que son más propensas a la obesidad y la diabetes.