Dos recientes investigaciones publicadas en la revista Science identifican el mercado de Wuhan, en China, como el origen del covid-19. Este mercado se dedica principalmente al comercio de animales salvajes.
Los investigadores Michael Worobey y Jonathan Pekar llevaron a cabo análisis espaciales y ambientales, así como estudios moleculares, para ofrecer evidencia de que el mercado de Huanan, en Wuhan, fue el epicentro inicial de la pandemia de SARS-CoV-2.
Según Michael Worobey, biólogo evolutivo y profesor del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Arizona, responsable del primer estudio, que utilizó herramientas de mapeo e informes de redes sociales, el SARS-CoV-2 se detectó en los animales vivos que se vendían en el mercado de Huanan a finales de 2019.
Worobey y su equipo concluyeron que los primeros casos de covid-19 se originaron en el mercado, entre vendedores y compradores que comercializaban y/o adquirían animales vivos. Realizaron un mapeo de los primeros casos sin conexión directa al mercado y hallaron que estas personas residían o trabajaban muy cerca, respaldando la hipótesis de que Huanan fue el epicentro de la pandemia.
Kristian Andersen, profesor del Departamento de Inmunología y Microbiología de Scripps Research y autor del segundo estudio con enfoque molecular, afirmó que creen que existían dos virus diferentes en circulación entre los animales, los cuales se transmitieron a los humanos.
Estos virus han sido clasificados como A y B, y se considera que resultaron de al menos dos eventos separados de transmisión inter-especies hacia los humanos.
Los ocho casos de covid-19 identificados antes del 20 de diciembre estaban ubicados en el lado occidental del mercado, donde se comercializaban varias especies de mamíferos. La cercanía a cinco puestos que ofrecían animales vivos o recién sacrificados correlacionó con los casos humanos.
Los investigadores sugieren que la primera transmisión de animal a humano ocurrió el 18 de noviembre de 2019 y se originó del linaje B. Este linaje B solo se detectó en personas con una conexión directa al mercado de Huanan.
Se cree que el linaje A se introdujo en los humanos a partir de un animal, pocas semanas o incluso días después de la infección del linaje B. El linaje A fue hallado en humanos que vivían o permanecían cercanos a la zona.
Al igual que otros coronavirus, la aparición del SARS-CoV-2 fue probablemente el resultado de múltiples eventos zoonóticos.
Aún no se ha determinado si otros factores, como la especie de un animal particular o las medidas sanitarias del lugar, impactaron en el surgimiento del virus. Sin embargo, esto representaría un avance significativo para la ciencia, ya que conocer el origen y la mecánica del virus podría facilitar el desarrollo de una cura eficaz.
