Si constantemente te sientes melancólico; sin energías para realizar tus actividades, no es simplemente que te falte motivación, puede que lo que vivas sea algo más complicado y te encuentres atravesando una fase de depresión.
La depresión, en realidad, es un estado emocional que trasciende la tristeza. Habrá ocasiones en las que tu autoestima pueda disminuir considerablemente y sentirás que es imposible sonreír; incluso, puedes llegar a cargar con la culpa de todo lo negativo que sucede en tu vida. Si te has sentido así en algún momento, es recomendable que analices estos puntos y consideres la opción de acudir a un profesional: terapeuta, psicólogo o psiquiatra.
1. Experimentas dolor físico
Las personas que enfrentan depresión pueden experimentar síntomas físicos, como dolores articulares, punzadas en el pecho, dolores de cabeza, entre otros. Si estos síntomas persisten, es crucial consultar a un médico para que evalúe las causas subyacentes.
2. Solicitar ayuda se convierte en un reto
Durante una depresión, podrías tener la sensación de que nadie se preocupa por ti y que no le importas a nadie. Entre el deseo de apartarte y la necesidad de entender lo que te ocurre, es común que pienses que “no quieres ser una carga”: debes luchar contra esa sensación y buscar ayuda. Sin duda, alguien estará dispuesto a escucharte y juntos podrán encontrar una solución.
3. Recibes comentarios poco útiles
A menudo, debido a la poca información o la desinformación que existe sobre la depresión, es común escuchar frases como: “No te deprimas”, “deberías ser feliz”, “tienes que esforzarte más para sonreír”, entre otros comentarios que carecen de utilidad y que pueden llevarte a situaciones más complicadas. Si sientes que llegas a un punto crítico, consulta con un profesional capacitado en este ámbito para recibir el apoyo necesario.
4. Cambios drásticos en tus hábitos alimenticios
Puedes encontrarte en un extremo de “no comer en todo el día” a “comer en exceso sin sentirte satisfecho”. Además, tu estado de ánimo puede influir en tu metabolismo, llevando a pérdidas o aumentos de peso rápidos. Si experimentas síntomas de trastornos alimenticios acompañados de tristeza y desesperación, busca apoyo médico.
5. Algunos “amigos” no te brindarán apoyo
Algunos “amigos” pueden no comprender tu estado y alejarse poco a poco. Sin embargo, los verdaderos amigos estarán a tu lado, haciendo preguntas y ofreciéndote el apoyo que realmente necesitas: no dudes de ello.
6. Tienes la sensación de que estás perdiendo la cordura
La depresión es un trastorno mental que puede manifestarse de diversas formas, como ataques de pánico, ansiedad, pensamientos compulsivos, fobias, tristeza profunda y agotamiento, entre otros. Recuerda que no estás “loco” o “loca”, estás lidiando con una enfermedad que puede mejorar con la ayuda profesional.
7. Experimentas ira y frustración de manera constante, incluso hacia ti mismo
La irritabilidad es un síntoma distintivo de la depresión que proviene de la sensación de no estar recibiendo atención suficiente. Sentirse malhumorado forma parte del proceso, y no deberías sentirte avergonzado o culpable por esto.
8. Las tareas cotidianas te resultan abrumadoras
Actividades simples como lavar un plato que usaste para el cereal pueden volverse extremadamente complicadas, llevando a una frustración creciente. Respira hondo, tómalo con calma, y si sientes que no puedes continuar, tómate un respiro antes de intentarlo de nuevo. El progreso durante la depresión es lento, y se trata de avanzar poco a poco.
9. Es difícil discernir cuándo la depresión está influyendo en tus pensamientos
Intentar mantener pensamientos lógicos y razonables se torna complicado; tu mente puede divagar en direcciones que normalmente no explorarías. Distinguir entre tus pensamientos usuales y los dirigidos por la depresión será un avance significativo en tu proceso de recuperación.
10. La depresión afecta tus patrones de sueño
Puede que tengas problemas para dormir cuando tú quieras o como solías hacerlo; puedes sufrir de insomnio severo y, cuando logras conciliar el sueño, es posible que pases horas ininterrumpidas durmiendo. Una simple siesta puede dejarte totalmente aturdido.
11. Los espejos se vuelven tus peores enemigos
La baja autoestima es un síntoma común de la depresión, y mirarte al espejo puede desencadenar sentimientos negativos, lo que puede hacer que evites reflejarte mientras te recuperas. Sin embargo, es crucial recordarte a ti mismo que eres bello o hermosa, que la depresión es temporal y manejable con la ayuda de un profesional.
12. En estado de depresión, a veces no sientes nada en absoluto
La depresión no solo trae tristeza, también puede llevarte a un estado de agotamiento emocional. No importa lo que digan los demás, tus emociones pueden parecer paralizadas o en blanco, y puedes sentir que no te permites experimentar nada más. Si llegas a sentirte así, busca ayuda de un médico o terapeuta que te apoye.
13. Te parece que todo es increíblemente aburrido
Imagina que no sientes interés por nada en particular y solo deseas quedarte en el sofá, mirar televisión y comer, a pesar de que no disfrutes realmente de estas actividades debido a la angustia que sientes. Lo ideal sería tratar de distraerte, intentando realizar alguna actividad que capte tu atención, pero más que aburrido, sientes un profundo desánimo. Es vital que intentes salir de tu aislamiento.
14. Te sientes culpable constantemente
Uno de los aspectos más difíciles de lidiar con la depresión es la sensación de que solo lastimas a los demás. Esta es una experiencia común entre quienes padecen depresión y puede ser difícil de manejar. Las terapias conductuales pueden ser útiles para identificar estos pensamientos negativos y emociones como la culpa, brindando herramientas para enfrentarlas.
15. Recibes comentarios que te hacen sentir juzgado
Las personas a menudo no se cuidan de ser cautelosas con sus comentarios y, por desgracia, te dirán que la depresión no es un problema “real”. No dejes que estos comentarios te afecten: la depresión no te convierte en una persona “menos enferma”, ni podrás recuperarte solo con un esfuerzo o ánimo especial.
16. La depresión puede alterar tu percepción de la realidad
Los estudios indican que las personas con depresión tienden a tener una visión distorsionada de la realidad. Al mismo tiempo, puedes desarrollar pensamientos muy racionales, pero también recurrentes sobre tu valía como persona. Recuerda que esta percepción no es precisa, y una buena terapia puede ayudarte a contrarrestar los efectos de la depresión.
17. No tienes interés en discutir sobre lo mala persona que crees que eres
No te interesa discutir, ya que sientes que no ganarás. Además, si alguien te ofrece un cumplido o una palabra amable, es probable que lo niegues y te sientas igual o incluso peor que al principio de la conversación.
18. Tus sueños se tornan extraños
Existen estudios que indican que a medida que la depresión avanza, la calidad y contenido de los sueños se altera.
19. Te resulta difícil imaginar un futuro positivo
La depresión puede debilitar tu capacidad para mantener esperanzas sobre el futuro. Te sentirás como si las cosas no pueden mejorar, y tus pensamientos tienden a ser negativos y desesperanzadores. Si te sientes así, te animo a buscar ayuda médica o hablar con un amigo de confianza. Es fundamental descartar estas ideas erróneas.
20. Te sentirás torpe al intentar reintegrarte a la sociedad tras una fase de depresión
Puedes tardar un tiempo considerable en sentirte a gusto rodeado de personas nuevamente, pero recuerda que cada cosa requiere su tiempo, y lentamente recuperarás la comodidad en la socialización.
21. La depresión puede engañarte haciéndote sentir solo, pero no lo estás
Si sientes que atraviesas una depresión, es vital que te informes y busques ayuda: no te aisles; busca a una persona de confianza con quien compartir tus sentimientos. Definitivamente, no estás solo y siempre habrá personas a tu alrededor que te quieren y que lucharán a tu lado para verte feliz.