A pesar de que la comida rápida y los alimentos procesados pueden resultar sabrosos, su consumo frecuente puede provocar daños serios en tu cuerpo. Esto no implica que vayas a morir por consumirlos, pero las toxinas que contienen pueden ser perjudiciales a largo plazo.
Algunas personas han optado por eliminarlos por completo de su alimentación. Te sugerimos que te esfuerces por incluir en tu dieta opciones naturales, como frutas y verduras, que son saludables y deliciosas.
1. Queso americano
Este tipo de queso no es realmente queso; en realidad es una mezcla de grasas lácteas, sólidos, un poco de suero y un exceso de colorantes vegetales. Su nivel de sodio y grasas es tan alto que se asemeja más a un producto cárnico que a un lácteo.
2. Carnes procesadas
Las carnes procesadas, como el jamón, las salchichas y el tocino, no son nada saludables, pues pueden tener un contenido de sodio hasta un 400% mayor y un 50% más de conservantes en comparación con las carnes rojas sin procesar. Además, algunos contienen nitritos y nitratos, que están relacionados con varios tipos de cáncer. Si decides consumir carnes procesadas, asegúrate de optar por opciones de pavo o derivados de carne animal.
3. Margarina
La margarina se elabora a partir de aceites vegetales y, aunque contiene menos colesterol y grasas saturadas, es rica en sal y contiene grasas transgénicas, que pueden elevar los niveles de grasa en la sangre y obstruir las arterias, provocando enfermedades cardíacas. La opción más saludable sería usar aceite de oliva o disfrutar de una cantidad moderada de mantequilla.
4. Refrescos
Todos saben que el refresco es perjudicial para la salud, pero cuando se consume en exceso, el cuerpo reacciona como si tuviera un exceso de insulina, que normalmente ayuda a absorber el azúcar en sangre. Sin embargo, una lata de refresco contiene alrededor de 10 cucharadas de azúcar y colorantes caramelos asociados con un 58% de riesgo de desarrollar cáncer.
5. Refrescos dietéticos
El refresco de dieta contiene edulcorantes artificiales que no son saludables, ya que tienen un sabor más intenso que el azúcar convencional. Con el tiempo, estos edulcorantes pueden alterar la percepción de los sabores, haciendo que el azúcar natural, como el de una manzana, resulte demasiado dulce y desagradable. También se han vinculado otros problemas de salud, como depresión, caries, ataques cardíacos, cáncer de páncreas y accidentes cerebrovasculares.
6. Dulces «sin azúcar»
Los dulces etiquetados como «sin azúcar» tienen un alto contenido de colorantes artificiales y pueden causar daños en el sistema digestivo, ya que este no puede procesar adecuadamente los sustitutos del azúcar y los alcoholes de azúcar como lo haría con el azúcar normal. Es recomendable no excederse en el consumo de estos productos, incluso aquellos que se consideran dietéticos.
7. Palomitas de microondas
Las bolsas de palomitas para microondas suelen estar recubiertas con sustancias químicas que pueden afectar la fertilidad y aumentar el riesgo de cáncer.
8. Pan y galletas con bromuro de potasio
El bromuro de potasio acelera el proceso de cocción del pan y las galletas saladas, pero está vinculado a ciertos tipos de cáncer y ha sido prohibido en algunos países. Si deseas comer pan o galletas, asegúrate de comprarlos en panaderías donde los horneen al instante, o verifica que en el empaque no contenga esta sustancia.
9. Tortillas de maíz y pasteles hechos con propilparabeno
El propilparabeno, usado también en cosméticos, funciona como conservante en los alimentos. Al actuar como un estrógeno, puede ocasionar problemas de fertilidad y acelerar el crecimiento de células vinculadas al cáncer de mama.
10. Cualquier alimento enlatado
Los alimentos enlatados contienen butilhidroxianisol y hidroxitolueno butilado, conservantes que se encuentran en productos como papas fritas y cereales. Su consumo en altas dosis puede afectar la salud hormonal y está ligado a la aparición de tumores en pulmones e hígado.
11. Pollo y huevos
La alimentación que reciben los animales en granjas está problemática, pues incluye elementos como cafeína, Tylenol, antibióticos prohibidos, arsénico y hormonas que promueven un crecimiento acelerado en los pollos.
12. Barras energéticas
Estas barras están hechas de azúcar refinada, productos de soya genéticamente modificados y grasas hidrogenadas que pueden ocasionar enfermedades crónicas.
13. Chocolate blanco
Este no es un chocolate auténtico. Se compone de leche, azúcar y manteca de cacao, operando más como una bomba de grasas y azúcares perjudiciales para la salud.
14. Alimentos congelados
Los alimentos congelados suelen tener un alto contenido de sal, lo que puede elevar considerablemente los niveles de sodio y afectar la presión arterial, aumentando el riesgo de eventos cardíacos como infartos. Además, su preparación mediante congelación puede hacer que pierdan gran parte de sus propiedades nutricionales.
15. Tomates o jitomates enlatados
Los tomates enlatados contienen una sustancia química tóxica que puede provocar anomalías reproductivas y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer tanto de mama como de próstata.