Hay países en el mundo que destacan no solo por su cultura, historia o paisajes, sino también porque sus habitantes disfrutan deleitar su paladar con platillos bastante exóticos, extravagantes y hasta impresionantes que, para personas de otros lugares, pueden parecer extraños e incluso repulsivos.
Entre las naciones reconocidas por sus preferencias culinarias excéntricas, incluso consumiendo animales vivos, se encuentran los países asiáticos, donde se ingieren especies exóticas, principalmente crudas, que podrían transmitir enfermedades mortales al ser humano. Un ejemplo de esto es la teoría del habitante de Wuhan, en China, que se dice que consumió un murciélago, lo que llevó al surgimiento de la pandemia de COVID-19.
Recientemente se conoció el caso de Phonchanok Srisunaklua, una influencer tailandesa que causó alarma internacional al subir un video a su cuenta de YouTube donde se le ve consumiendo un murciélago, lo que llevó a las autoridades a intervenir y arrestarla.
La joven decidió grabar un video donde se le observa disfrutando de un plato de sopa con un murciélago, el cual destruye parte por parte frente a la cámara antes de llevarlo a su boca y masticarlo, escuchándose incluso los crujidos de los huesos. Mientras lo comía, la youtuber menciona que sintió que sus «dientitos» eran muy suaves.
Thai blogger faces five years in jail for videoing herself eating a WHOLE BAT in a bowl of soup – after viewers said she risked ‘starting a pandemic’
Phonchanok Srisunaklua uploaded video of herself eating soup with bats in it
She described bats as being ‘delicious’ and is seen pic.twitter.com/uDycQOzRPX
— MassiVeMaC (@SchengenStory) November 10, 2022
La bloguera tailandesa se enfrenta a cinco años de prisión por grabarse comiendo un MURCIÉLAGO ENTERO en un bol de sopa, después de que los espectadores advirtieran que estaba arriesgando ‘iniciar una pandemia’.
En el video de un minuto y medio, se ve a la tailandesa comiendo ese animal exótico, lo que no pasó desapercibido en las redes sociales, donde los usuarios criticaron su acción, argumentando que ponía en riesgo la salud de muchas personas, no solo en su país, sino en todo el mundo, similar a lo que ocurrió con la pandemia de coronavirus.
Además de la viralidad y las críticas recibidas en redes sociales, el video llegó a la atención de la policía de Tailandia, que rápidamente la arrestó bajo la acusación de “posesión de cadáveres de animales salvajes protegidos” y por “delitos que infringen la Ley de Delitos Informáticos”. Ante estos hechos, la youtuber negó los cargos en su contra y publicó un video disculpándose con la sociedad en general, asegurando que nunca volvería a comer murciélagos.
