Una familia experimentó un gran susto cuando, durante su mudanza, perdió a su querido gato. De manera inesperada, el felino emprendió un viaje de más de 65 kilómetros para regresar con ellos.
Halie Kutscher, la dueña del minino, compartió esta sorprendente historia en las redes sociales, y aquí te la contamos.
Según Halie, el gato escapó días antes de la mudanza y, a pesar de una intensa búsqueda, no lograron encontrarlo. Su hijo Oliver fue el más afectado por la situación, llegando a aferrarse a un gato de juguete y rezar cada noche para que su mascota regresara.
Tuve que ser fuerte por el bien de mi hijo. Oramos juntos todas las noches para que Oliver, de alguna manera, regresara a casa con nosotros o encontrara otro hogar donde pudiera ser feliz, siempre y cuando estuviera a salvo, eso era lo importante.
El pequeño estaba tan triste que la familia decidió volver a su antiguo hogar para intentar encontrar al gato. Además, informaron a sus exvecinos con la esperanza de recibir buenas noticias.
Dos meses después de lo sucedido, un gato naranja se sentó en su jardín, esperando pacientemente ser notado. Nick, el esposo de Halie, lo reconoció de inmediato. Ella lo llamó por su nombre, y el gato respondió con su distintivo maullido.
Era tan característico. Fue como si dijera ‘Estoy tratando de comunicarme, miau’. En ese momento supe, ‘Dios mío, ¡ese es él!’
Lo recogí en mis brazos. Apenas entramos, me arrodillé y lo abracé mientras lloraba. Se quedó allí conmigo mientras el resto de la familia y las mascotas se reunían a su alrededor. El perro de la familia también pareció reconocerlo y se acercó a olerlo. Así supimos que era, sin duda, él.
Increíblemente, el gato había recorrido más de 65 kilómetros para reunirse con su familia. Su viaje estuvo lleno de peligros, automóviles, falta de alimento y cambios de clima, pero nada lo detuvo.
Cuando Oliver se dio cuenta de que su gato había vuelto, estalló en lágrimas y no dejaba de abrazarlo y mimarlo. Su felicidad había regresado.
Por su parte, Halie mencionó que el gato fue llevado al veterinario y, afortunadamente, está en buen estado de salud. También lo llevaron a un centro de estética animal para un baño y corte de uñas. Ahora, todos están felices.
