lunes, abril 28, 2025

Una pareja dejó de vender pan en la calle y logró abrir su propia panadería, ¡y está prosperando!

Lejos de su país natal y, a menudo, de sus seres queridos, la vida de un inmigrante suele ser desafiante y llena de tristeza, ya que comenzar de nuevo en un país desconocido, sin empleo y sin conocer a nadie, no es tarea fácil.

Sin embargo, existen historias inspiradoras de inmigrantes que han superado adversidades extremas, llenándonos de orgullo por su fortaleza interior y resiliencia. Un claro ejemplo es el de una familia venezolana que alcanzó su sueño en un país completamente ajeno al suyo.

Abandonaron su país en busca de una vida mejor

José y su esposa vendiendo pan

Al igual que muchas familias en todo el mundo, la familia Campos Pacheco se vio obligada a dejar Venezuela para emigrar a Santiago de Chile en busca de una vida mejor, alejándose de la grave crisis humanitaria que sufren millones de venezolanos.

A pesar de los años difíciles, José y su esposa (quien prefirió permanecer en el anonimato) tenían metas claras y encontraron la manera de emprender un negocio aprovechando la deliciosa cocina de su país y su experiencia en la elaboración de diferentes exquisiteces, especialmente el golfeado, un pan dulce típico de Venezuela, originario de la región capital.

José Campos mostrando una charola de pan

El metro de Santiago fue el lugar que esta emprendedora pareja eligió para atraer a los chileno, quienes quedaron fascinados con el producto, tanto que comenzaron a recibir pedidos para fiestas y reuniones. Las ventas crecieron lentamente, permitiéndoles abrir la panadería de sus sueños: Golfeado Manía, un espacio adecuado y formalizado para ofrecer sus productos sin depender de la improvisación de una estación de metro.

“Cuando llegamos a Chile, la realidad nos golpeó. Fue complicado, pero gracias a nuestra resiliencia y la lealtad de nuestros clientes, que ganamos uno a uno en el metro de Santiago, logramos generar ingresos y mejorar nuestras vidas. Los sueños se hacen realidad solo cuando trabajamos arduamente por ellos.”

– José

Un éxito rotundo

Panadería Golfeado Manía

Como muchos inmigrantes de Venezuela, José y su familia tuvieron que reinventarse para asegurar el sustento de su hogar. Finalmente, su disposición y deseo de adaptarse en medio de la adversidad dio frutos, y su nuevo negocio familiar les proporcionó independencia económica y prosperidad, especialmente con un hijo pequeño que asiste a la escuela.

Según la propia familia Campos Pacheco, la panadería está “en constante evolución” y sienten que aún hay mucho camino por recorrer para que sea tal como la imaginaron, pero trabajan diligentemente cada día para consolidar sus sueños y agradecen a la comunidad chilena por el cálido recibimiento que les ha otorgado, no solo a sus deliciosos productos, sino a una familia que ha demostrado que el genuino deseo de superarse es lo que conduce al éxito. ¡Felicidades a la familia Campos Pacheco!

José Campos y su esposa afuera de su panadería Golfeado Manía

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