El anhelo de muchas personas es viajar y recorrer el mundo para descubrir lugares impresionantes, nuevas culturas y todo lo que esto implica. Sin embargo, a menudo se convierte en un sueño inalcanzable, ya que el trabajo, la familia y las deudas económicas no siempre lo permiten.
Pero siempre hay ejemplos inspiradores que demuestran que cuando realmente se desea algo, se encuentra la forma de lograrlo. Tal es el caso de esta feliz pareja, que aprovechó su jubilación y decidió vender su casa para embarcarse en una vida a bordo de un crucero y conocer el mundo.
Los afortunados que lograron cumplir su sueño son Angelyn Burk y su esposo Richard, quienes, tras su jubilación, decidieron emprender juntos esta asombrosa aventura de vivir en un crucero, explorando diferentes partes del mundo y transformando por completo su estilo de vida.
Esta feliz pareja proviene de Seattle, Washington, y a principios de 2021 comenzaron a planificar su jubilación. Luego de evaluar sus opciones, llegaron a la conclusión de que era el momento ideal para vivir en el mar y conocer el mundo. Fue así como decidieron vender su casa y renunciar a sus empleos para comenzar a vivir sus sueños.
“Nos encanta viajar y buscábamos una forma de hacerlo constantemente durante nuestra jubilación que fuera económicamente viable.”
– Angelyn Burk
La pareja ha estado viajando de crucero en crucero desde mayo de 2021, aprovechando al máximo su vida en altamar. Han recorrido Europa por el mar Adriático en un crucero de 50 días y también viajaron durante 51 días desde Seattle a Sídney.
A lo largo de este tiempo, la pareja ha asegurado que han tenido que pagar alojamiento, comida, bebidas y otros gastos, y que cada uno gasta un promedio de 43 dólares al día.
“Creo que esto es posible, pero requiere esfuerzo. Es un viaje placentero sin las complicaciones de reservar hoteles, restaurantes y transporte, siempre dentro de nuestro presupuesto.”
A pesar de lo sencillo que parece, han mencionado que para lograrlo necesitan una buena administración y una planificación cuidadosa, ya que de no adaptarse a los horarios pueden perder la oportunidad de embarcarse en un crucero.
Angelyn y Richard están encantados con su nueva vida, y no tienen planes de regresar a tierra en el corto plazo, pues desean seguir viajando y explorando cada rincón del mundo.