Aún persisten quienes creen que la Tierra no es una esfera achatada por los polos, como Aristóteles planteó en sus cálculos en el siglo IV, sino que apoyan la antigua teoría de que la Tierra es plana como un disco.
A pesar de que en la educación primaria se estudia el sistema solar, mostrando que tanto la Tierra como los demás planetas son esféricos y no existe evidencia contundente que demuestre lo contrario, existe un grupo de personas que están firmemente convencidas de que el planeta azul es plano y están dispuestas a confirmarlo.
Conocidos como “terraplanistas”, guiados por su convicción en esta teoría antigua, no solo difunden desinformación a través de redes sociales y diversos medios de comunicación, sino que también organizan eventos como la Conferencia Internacional de Terraplanistas, donde se reúnen para compartir sus creencias e incluso planifican cruceros para confirmar su hipótesis.
De hecho, el periódico británico The Guardian informó que para el 2020, los “terraplanistas” estaban organizando un ambicioso y aventurero viaje en crucero, con el objetivo de alcanzar el borde de la Tierra y demostrar que, según su perspectiva, tiene forma de disco.
Según las teorías de este grupo de creyentes del terraplanismo, el Polo Norte se encuentra en el centro del planeta, mientras que la Antártida no es el Polo Sur, sino que actúa como un muro alrededor del horizonte terrestre, separándolo del espacio exterior.
No obstante, los terraplanistas enfrentarán un problema durante su crucero, ya que los sistemas de navegación GPS que utilizarán están diseñados bajo la premisa de que la Tierra es esférica, dado que dichos sistemas se basan en 24 satélites que orbitan alrededor del planeta.
A pesar de toda la evidencia que indica que el llamado planeta azul es redondo, a través de fotografías e información en diversos medios, los terraplanistas intentan “demostrar” que la Tierra tiene forma de disco y que la muralla de hielo antártica no es más que el resultado del desprendimiento de los glaciares por el cambio climático, lo que genera la ilusión de un muro imponente.
Si bien la aventurera y arriesgada travesía que este grupo desea emprender aún no está confirmada, lo que es seguro es que, al parecer, nadie los hará renunciar a su creencia de que la Tierra es plana.