Zach Stroup había llegado a un punto en que ya no tenía fuerzas para continuar su batalla contra el cáncer, que había vuelto a atacar su cuerpo. La situación se tornaba cada vez más complicada, así que, en un acto de amor, decidió casarse con su novia Madison como su última voluntad.
Sin embargo, el hecho de ser recién casados le dio un nuevo impulso, y Zach decidió luchar por su esposa. Después de someterse a un trasplante de médula ósea y superar varios obstáculos, el cáncer finalmente entró en remisión.
Madison y Zach llevaban una vida normal; él era dueño de una agencia de seguros y ella trabajaba como estilista. Se conocieron en la secundaria, pero empezaron a salir algunos años después. Durante unas vacaciones, Zach comenzó a sufrir malestares, como dolores articulares, cansancio extremo y problemas gastrointestinales.
Un par de meses después, recibió un diagnóstico de enfermedad de Crohn y le recetaron medicación, pero no vio mejoría. Por el contrario, su estado se deterioró, presentando fiebre cada noche, sudores nocturnos y una preocupante pérdida de peso.
El diagnóstico fue devastador: linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer de la sangre que se origina en los linfocitos. Su cáncer estaba en etapa cuatro, por lo que rápidamente inició un riguroso tratamiento de quimioterapia. Tras más de un año de lucha, el cáncer logró entrar en remisión. La pareja se puso a planear su boda, felices de haber derrotado la enfermedad, pero a los pocos meses, Zach volvió a sentirse mal.
Tras realizarse varios estudios, los médicos descubrieron que el cáncer había regresado y hallaron un tumor en su columna torácica, lo que requirió cirugía. Nuevamente, enfrentó complicados tratamientos y, desafortunadamente, el cáncer se diseminó hasta alcanzar su cerebro. Después de enfrentar otras complicaciones, Zach estaba exhausto y empezaba a perder la fe.
A pesar de que los problemas de salud no cesaron, Zach estaba decidido a luchar. A dos meses de su boda, logró recibir un trasplante de médula ósea. A pesar de enfrentar otros inconvenientes, el 6 de julio de 2022, fue dado de alta del hospital. Ahora, su única meta es disfrutar de las cosas simples de la vida y esperan que su historia inspire a otros a no rendirse ante las adversidades.