El tema de las propinas siempre genera debate. Se discute si son obligatorias, si los empleadores deberían ofrecer mejores salarios, entre otros puntos. A pesar de que no son una obligación, son una manera de mostrar agradecimiento por el servicio recibido, considerando que el salario de los meseros a menudo no es muy alto.
Recientemente, en redes sociales se viralizó la historia de una joven mesera llamada Tania Olivas, quien compartió un incidente que vivió con un cliente en su lugar de trabajo. Tania publicó una foto de un recibo que contenía la frase: “Que su novio le deje propina”, explicando así el contexto detrás de esa imagen.
Según Tania, estaba realizando su labor de manera habitual hasta que tuvo que atender a un cliente que la hizo sentir muy incómoda, ya que comenzó a acosarla.
“Hoy me tocó atender a un cliente hostigoso y acosador que me pidió mi número insistentemente y le dije ‘No, amigo, tengo novio’. Se enojó y me escribió esto. Ahora resulta que tengo que dar mi número para ganarme la propina. Ja, ja, ja…”
Después de relatar lo ocurrido, la joven recibió mucho apoyo, especialmente de otras mujeres. Para finalizar su publicación, Tania agregó:
“Si no traen dinero, no vengan a dar pena y a estar molestando a las meseras. Para que vean que las meseras fieles sí existimos.”
No obstante, este último comentario generó reacciones adversas, ya que algunos la criticaron, argumentando que la propina no es obligatoria y que fue inapropiado no querer darle su número al cliente.
Es comprensible la molestia de Tania, pues debe ser incómodo que alguien interfiera en tu trabajo de una manera tan invasiva. ¿Qué hubieras hecho tú si estuvieras en su lugar?
