El 11 de mayo, a través de la página de Facebook de la colectiva Nos Queremos Vivas Neza y de varios movimientos que apoyan a las mujeres en redes sociales, se viralizó el caso de Roxana Ruiz Santiago, una joven de 23 años originaria de una comunidad indígena en Oaxaca, México. Esta joven fue condenada el 15 de mayo a más de seis años de prisión por matar a su agresor sexual en un acto de defensa propia.
Según lo que se ha compartido en redes, Roxana es una joven que, como muchas otras personas en el país, tuvo que emigrar de su ciudad natal al Estado de México en busca de mejores oportunidades para su vida y su economía. Sin embargo, en mayo de 2021 fue víctima de abuso sexual en su hogar. En un intento de defender su vida y librarse de su agresor, lo golpeó, causándole la muerte en lo que ella sostiene fue un acto de legítima defensa.
Debido a estas circunstancias, la joven indígena estuvo en prisión preventiva durante nueve meses. No fue hasta febrero de este año que se continuó el proceso judicial en el que se buscaba su libertad condicional, con la condición de que se presentara semanalmente ante el juez y notificara a las autoridades sobre sus actividades.
No obstante, el 15 de mayo, durante el juicio oral en su contra, la jueza del Estado de México, Mónica Osorio Palomino, determinó que, aunque reconoció a Roxana como víctima de violación sexual, eso no justificaba el haber matado a su agresor. La jueza argumentó que Roxana debió haberlo golpeado solo una vez y no haberlo agredido repetidamente hasta causarle la muerte, incluso sugiriendo que intentó deshacerse del cuerpo en una esquina.
🔴 Por «uso excesivo de legítima defensa», jueza sentenció a 6 años y 2 meses de prisión a Roxana Ruiz, quien se defendió de su agresor sexual, el cual murió luego de que su víctima se defendió. Además, Roxana deberá pagar una compensación de 280 mil pesospic.twitter.com/KbO2N3WJ3P
— LupitaJuarez (@LupitaJuarezH) May 16, 2023
Con base en este argumento, la jueza del Estado de México condenó a Roxana a seis años y dos meses de prisión por el delito de homicidio con exceso de legítima defensa, argumentando que debió defenderse hasta cierto punto y no excederse en el uso de su defensa propia al cometer un asesinato.
Sin embargo, ambas partes involucradas no están conformes con la sentencia. Por un lado, la familia del agresor esperaba que la joven fuera acusada de homicidio, afirmando que tienen pruebas que desacreditan el abuso sexual. Por otro lado, el abogado de Roxana planea apelar la decisión, argumentando que ella estaba defendiendo su vida y que, en tales circunstancias, no se puede establecer un límite para la legítima defensa.