A pesar de la resistencia de muchas personas ante la idea de que parejas del mismo sexo puedan adoptar, relatos como el siguiente son un verdadero aliento para quienes apoyamos que este sea un derecho humano universal, sin distinción alguna.
La conmovedora historia comienza en Salta, Argentina, donde, a través de un artículo en el diario Clarín, un grupo de seis niños expresó su deseo de ser adoptados, pero solicitando que no los separaran. Estos hermanos biológicos, que consisten en dos chicos de 8 y 12 años, dos niñas de 7 y 11 años y dos gemelos de 10, manifestaron su voluntad a pesar de saber que su petición podría complicar su posibilidad de ser acogidos por una familia.
Contra todo pronóstico, lograron que su deseo resonara en todos los rincones de Argentina, generando que más de 100 parejas se interesaran en darles un nuevo hogar. Después de un riguroso proceso de entrevistas y visitas de trabajadores sociales, Víctor Sajoza, de 52 años, y su pareja, Jorge Elías, de 53, adoptaron al grupo de niños, quienes ahora pueden crecer rodeados de amor y sin necesidad de separarse.
El matrimonio, originario de Córdoba, Argentina, había estado buscando alternativas para convertirse en padres, considerando tanto la adopción internacional como el alquiler de un vientre. Sin embargo, todo cambió cuando vieron el anuncio de los niños, lo que los llevó a realizar los trámites, exámenes y demás requisitos necesarios para convertirse en los afortunados padres de este grupo de niños.
Antes de unirse para siempre, los nuevos padres pasaron un fin de semana con sus futuros hijos, lo que ayudó a fomentar un fuerte vínculo entre ellos. De hecho, la conexión fue tan intensa que, según el psicólogo de los pequeños, se mostraron inquietos al separarse de sus futuros papás.
Cuando llegó el momento de despedirse del matrimonio, experimentaron un momento de gran angustia, ya que tenían la percepción de que los adultos entran y salen de sus vidas. Sin embargo, se sintieron mucho más tranquilos al comenzar a recibir videollamadas de ellos.
Con gran felicidad, observamos que los seis pequeños han podido cumplir su deseo gracias a Víctor y Jorge, quienes están más que contentos de recibirlos en su vida después de años de incertidumbre y dificultades.