Relatos como este nos hacen sentir un nudo en el corazón, pero merecen ser leídos, no solo para rendir homenaje al sacrificio de un padre, sino también para apoyar a quien más lo necesita. Hace poco más de un año, al doctor Roberto Ávila Brambila, de 37 años, se le diagnosticó cáncer gástrico. Lamentablemente, con el tiempo, su hija Andrea recibió el mismo diagnóstico, aunque en su caso la enfermedad afecta su cerebro.
Al enterarse de su situación, la familia inició una campaña de apoyo en redes sociales para cubrir los gastos asociados con los tratamientos de ambos, que incluían sesiones de radioterapia, quimioterapia y una operación para la colocación de un catéter.
No obstante, los gastos resultaron insostenibles, llevando a Roberto a decidir interrumpir su propio tratamiento para priorizar la salud de su hija. Tristemente, el padre perdió su batalla contra el cáncer el 11 de junio. En sus redes sociales, su esposa publicó un emotivo mensaje dedicado a él, donde no solo agradeció todo lo que hizo, sino que también recordó una promesa de amor.
Cumpliste tu promesa, no te rendiste; por ti no quedó nada. Sé que seguirás cumpliendo tu promesa de cuidar de Andy y de mí desde el cielo. Te extrañaremos enormemente. Yo cumpliré mi promesa y cuidaré de nuestra princesa. Te amo, corazón, hasta siempre.
Gracias al sacrificio de su padre, la niña sigue recibiendo atención en el Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León, México, mientras su madre continúa buscando apoyo a través de un grupo de Facebook llamado Unidos por Andy Ávila. En recientes publicaciones, ha mencionado que la pequeña se encuentra en cuidados intensivos. Es fundamental resaltar que a través de la red social se puede ofrecer ayuda oportuna a Andy.