Un año después de que la cantante Sasha Sokol realizara una denuncia pública contra el productor Luis de Llano, la violinista Olga Breeskin compartió su opinión al respecto, expresando que, aunque todos en el mundo del espectáculo estaban al tanto, lamentablemente, optaron por hacer caso omiso y no dijeron ni hicieron nada al respecto.
Durante una entrevista en el programa De primera mano, Breeskin expresó su tristeza por la omisión tanto suya como de otros artistas en el caso de Sasha, quien, siendo menor de edad, fue seducida por un productor que le triplicaba la edad.
En el caso de Sasha, se trató de seducción, pero se supone que en este país, ya sea Estados Unidos o México, un menor de 18 años no puede tomar decisiones o dejarse seducir por un hombre que le dobla la edad.
Asimismo, Breeskin señaló que su silencio se debió a que en aquel momento las circunstancias eran muy diferentes y que “no tuvo el valor” para hablar sobre lo ocurrido y del productor en cuestión.
No teníamos el valor porque la situación no se abordaba como ahora con el movimiento ‘Me Too’ y los derechos de las mujeres. Todos teníamos miedo.
La también vedette destacó que en aquel entonces, Luis de Llano era una figura sumamente admirada y respetada. Era común que muchas figuras públicas desearan trabajar con él. De hecho, reconoció que llegó a apreciar su trabajo incluso antes de haberlo conocido personalmente.
Sin embargo, enfatizó que aunque sospechaba de lo que estaba ocurriendo entre Sasha y Luis, decidió ignorarlo, no solo por ignorancia, sino también por miedo a posibles represalias por alzar la voz contra uno de los productores más prominentes de la época.
Lo sospechábamos, pero no teníamos certeza, y si teníamos sospechas… “uy, no hables porque no te van a querer, Breeskin”. Fingimos demencia y me enfurece que hayamos hecho eso.
Una de las razones que le permitió empatizar con Sasha es que a los 17 años fue víctima de abuso sexual y sintió un gran miedo alza la voz. En 2019, fue la primera vez que hizo pública su experiencia, y aunque su agresor sigue vivo y es un empresario, optó por no revelar su identidad por el “daño” que esto podría hacer a su familia.
