La delincuencia continúa en aumento y, de acuerdo con informes de la organización Victim Support en los Estados Unidos, los delitos relacionados con el fraude romántico han crecido un 13 por ciento. El modus operandi de estos delincuentes se mantiene constante: eligen e investigan a su próxima víctima en internet, la contactan a través de las redes sociales y, una vez que logran ganar su confianza, comienzan a solicitarle dinero bajo múltiples pretextos.
Las víctimas, emocionadas por haber encontrado al amor de su vida, se embarcan en un juego emocional que, lamentablemente, solo culmina en desilusión y estafa. Esto le ocurrió, según información del New York Post, a la británica Sharon Bulmer, quien perdió un matrimonio de 29 años, el respeto de sus hijos y amigos, y, para colmo, terminó sumida en deudas considerablemente altas.
Sharon navegaba tranquilamente por internet cuando recibió la solicitud de un hombre atractivo a través de Facebook. Emocionada, la aceptó y comenzó a interactuar con el desconocido.
Él le afirmó sentirse solo y que estaba de servicio en Siria. También le comentó que tenía 56 años y que su esposa había fallecido.
Los delincuentes suelen crear perfiles falsos con imágenes de hombres atractivos que generan confianza, facilitando que las víctimas los idealicen. En este caso específico, el astuto estafador empleó la imagen del ministro de defensa de Letonia, Artis Pabriks. Así fue como la conversación inicialmente inocente avanzó rápidamente a un tono más romántico, ya que el manipulador logró encandilarla casi de inmediato.
“Me sentía muy feliz con toda la atención que me brindaba; decía todo lo que quería escuchar. Me hizo sentir amada y protegida. Me pidió ayuda, y se la brindé, pero con el tiempo me endeudó mucho, porque me enamoré de él”, relató.
Así transcurrieron varios meses, hasta que su matrimonio terminó cuando su esposo de casi 30 años la sorprendió mensajando con su pareja virtual. Sin embargo, Sharon estaba tan ilusionada que no le importó arriesgar a su familia para continuar con esa relación.
Sin darse cuenta de que su hombre ideal ni siquiera existía, comenzó a enviarle grandes sumas de dinero bajo diversas excusas. En un inicio, le dijo que necesitaba fondos para viajar a visitarla, luego le presentó los típicos problemas de salud y conflictos militares, entre otros, hasta que Sharon se dio cuenta de que había desembolsado cerca de 108 mil dólares.
Finalmente, Sharon comenzó a dudar cuando descubrió que su enamorado había realizado compras que no tenían nada que ver con la hospitalización que había inventado recientemente. Decidida, lo confrontó, pero él simplemente desapareció. La angustiada mujer se dirigió a las autoridades en busca de ayuda para localizarlo, y fue entonces cuando la realidad se hizo evidente.
“Perdí a mis amigos, a mis dos hijos y a mi esposo de 29 años. Solo quería ayudarlo. Sé que fui ingenua, pero hacemos locuras por amor. Quería llevar a mis hijos de vacaciones, iba a llevarlos a Nueva York el año pasado, pero él siempre estaba pidiendo dinero, así que no pude. Deseo ayudar a otros a no caer en las trampas de estos estafadores y solo intento seguir adelante con mi vida”, concluyó.