Silvana, la marciana se volvió popular tras contar, de forma divertida y sarcástica, que no solo ha rechazado cuatro propuestas de matrimonio, ¡sino que también se ha quedado con los anillos de compromiso!
Según su story time, la experiencia más amarga fue la que tuvo con su exnovio Villa, quien en medio de una fiesta, con mucho alboroto, le propuso matrimonio. Ella, guiada por su instinto y las señales de alerta, decidió decir “no” delante de todos.
Al parecer, su exdemostró en varias ocasiones un comportamiento controlador, haciendo comentarios como: “ve con mi mamá a que te enseñe a cocinar” o “cuando nos casemos, podrás vivir de mantenida, pero dedicarse a tus sueños o a la música no me parece adecuado”.
Estos aspectos, entre otros, fueron la razón de su rechazo. Silvana menciona que en el momento de la negativa ninguno de los dos pensó en el anillo, y ahora ella lo guarda junto a otros tres en el “Cofre de los soldados caídos”. Sin embargo, no todos sus seguidores estuvieron de acuerdo con que los conserve, a lo que ella respondió:
“Yo opino que lo regalado no se devuelve. En realidad, me los quedo como símbolo de un trofeo de almas que tomé, y después de mí, su vida se les fue.”
Pero, ¿qué dice la ley al respecto? Lo que parece un chiste podría tener repercusiones, ya que según el Código Civil de la Ciudad de México y otros estados, “las donaciones antenupciales quedarán sin efecto si el matrimonio no se lleva a cabo”. Esto significa que, en este caso, el anillo ya no es considerado un obsequio ante la ley al negarse a casarse.
Por lo tanto, si Villa o cualquiera de los otros tres chicos reclamaran los anillos, la influencer podría enfrentarse a serios problemas si se niega. Pero ¡no hay que preocuparse!, porque parece que los cuatro “soldados caídos” están conformes y no han solicitado su devolución.
Rechazar una propuesta de matrimonio frente a todos no debe ser fácil para nadie, y a pesar de las opiniones encontradas, Silvana, con buen humor, afirma que no dejaría sus sueños por nada ni por nadie, y eso es digno de aplaudir, ¿no crees?