Megan Fox, reconocida como una de las actrices más bellas de Hollywood, se abrió sobre su lucha con la dismorfia corporal, una condición que dificulta su percepción saludable de su propio cuerpo.
En una entrevista con la revista Sports Illustrated Swimsuit, la actriz reveló que no siempre se ha sentido a gusto con su apariencia física. Anteriormente, posar en ropa minimalista le provocaba serios problemas de inseguridad, una situación que ha logrado manejar a lo largo de los años, gracias al amor de sus seres queridos y al apoyo profesional.
Megan afirmó que ha tenido que lidiar con la percepción que tiene el público de ella, ya que no se considera la mujer hermosa que sus admiradores describen. Sin embargo, está en un continuo proceso de amor propio que le ayuda a aceptarse en todos los aspectos.
“Espero que las fotos sean hermosas y que la esencia que se emita de ellas sea la de una chica sana y amable. Deseo que la gente reconozca que soy una persona reflexiva, articulada y profunda.”
(…) “Nunca me veo como me ven los demás. No ha habido un solo momento en mi vida en el que haya amado mi cuerpo, nunca. Desde pequeña, solía obsesionarme con la idea de ‘debería verme así’. Quizás todo se deba a que a una edad temprana no tenía conciencia de mi cuerpo, no estoy segura, pero definitivamente no era por el ambiente, ya que crecí en un entorno muy religioso donde los cuerpos ni siquiera eran reconocidos.”
Por otro lado, Megan compartió sus logros como madre de tres hijos, quienes se han convertido en su principal motivación para mejorar su bienestar personal.
“Cuando me detengo a reflexionar, me doy cuenta de cuán conectada siempre he estado. Veo el reflejo del tipo de madre que soy en sus ojos y en su comportamiento.”
Luego de la publicación de la entrevista, en la cual no ofreció más detalles sobre su autopercepción, Megan no hizo más declaraciones sobre su trastorno, pero enfatizó la importancia de la salud mental y de buscar ayuda como una excelente manera de comenzar a amarnos a nosotros mismos.