Estamos en pleno siglo XXI y aún somos testigos de actos de discriminación e indiferencia hacia los demás. Resulta desalentador y complicado aceptar que no experimentamos la libertad de ser, ya que hay miradas a nuestro alrededor listas para juzgar, etiquetar y menospreciar lo que no les concierne. No obstante, aún hay personas abiertas de mente y corazón que están dispuestas a ayudar a quienes lo necesitan, como los estudiantes que apoyaron a la maestra Jhosy Gadelha, una mujer trans brasileña que padeció discriminación en una tienda por parte de la propietaria.
Una tarde, Jhosy fue de compras y al llegar a una tienda, decidió probarse y adquirir una falda. Mientras estaba en el probador, una señora le pidió que se fuera y comenzó a referirse a ella con pronombres masculinos. Al salir, Jhosy se dio cuenta de que era la dueña de la tienda. La maestra le pidió que no la nombrara de esa forma, pero la mujer continuó y le dijo que no la llamaría en femenino porque no era una chica y que, si llegaba a operarse, iría al infierno.
Cuando el suceso llegó al conocimiento de sus alumnos de secundaria, no dudaron en brindarle su apoyo y cariño, recibiéndola con aplausos y carteles como muestra de respeto y empatía hacia ella.
🏳️⚧️Alunos fazem homenagem a professora que sofreu transfobia em loja
As imagens mostram a docente sendo recebida por um corredor de estudantes que aplaudia e gritava o nome dela.
Leia: https://t.co/pQZBxV8io0 pic.twitter.com/MLZlZMOXRg
— Metrópoles (@Metropoles) June 10, 2022
Desafortunadamente, en todo el mundo siguen ocurriendo momentos como estos, plagados de transfobia, que no es más que miedo, odio, desconfianza, incomodidad o falta de aceptación hacia las personas transgénero. Por supuesto, esto no debe continuar, pero mientras existan seres con voluntad y empatía, podemos llenar de amor los vacíos que deja el odio entre razas y géneros.
