lunes, abril 28, 2025

Limitaciones, sanciones y maltratos: esta es la situación de las mujeres en Afganistán.

Hace un año, las fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiraron de Kabul, la capital de Afganistán, después de haber estado presentes durante dos décadas, lo que permitió el regreso al poder de los talibanes, uno de los regímenes más brutales contra las mujeres.

Desde que los talibanes retomaron el control el 15 de agosto, las mujeres han padecido una realidad marcada por el miedo, la injusticia y la total privación de sus derechos. Se entiende que se les ha solicitado mantenerse alejadas del trabajo hasta que mejoren las condiciones de seguridad, a excepción de las trabajadoras de la salud, aunque previamente se había informado que el régimen no impediría que ellas estudiaran o trabajaran. Sin embargo, en la actualidad, no pueden hacerlo.

mujeres afganas

Al regresar, las autoridades del régimen afirmaron que sus normas eran más flexibles y distintas a las de su anterior administración. No obstante, esto no se ha cumplido. Las mujeres, sin excepción, se ven obligadas a usar una burka y las restricciones en cuanto al trabajo, la educación y el acceso a la salud son solo algunas de las prácticas que se han mantenido en el «nuevo Afganistán».

mujeres afganas

Las mujeres afganas han sido despojadas de todos sus derechos individuales y han dejado de ser ciudadanas plenamente autónomas en su propio país. No pueden elegir su ropa ni pueden caminar sin la compañía y autorización de un hombre. Además, este es responsable de su presencia en público. De hecho, para cualquier viaje que exceda los 75 kilómetros o para salir del país, una mujer necesita un mahram, que es un pariente masculino que actúa como tutor. Si se infringen estas normas, los hombres tutores enfrentan castigos, mientras que las mujeres pueden ser detenidas, golpeadas y torturadas.

Es importante señalar que cuando las mujeres no cuentan con un mahram, la situación se complica aún más, ya que caen en una especie de limbo legal donde prácticamente no pueden salir de sus casas sin arriesgarse a ser detenidas.

mujeres afganas con su tutor

En lo que respecta a la educación, las niñas que deberían asistir a la secundaria son las más afectadas, ya que se les ha prohibido ir a la escuela. Además, las universidades tienen restringidas algunas materias que podrían romper las normas impuestas por el gobierno. Por si fuera poco, las estudiantes han sido separadas de los varones en sus grupos.

Algunas mujeres han osado romper las reglas, especialmente activistas que no tienen un mahram. Sin embargo, su sufrimiento parece no tener fin, ya que ha sido un año de promesas incumplidas, violencia e impunidad.

mujer afgana

El saber que muchas mujeres en el otro lado del mundo no disfrutan de sus derechos o que viven en estas condiciones es lo que motiva a muchas de nosotras a seguir luchando por hacerlos valer, caminar en paz, vestir con libertad y tener las mismas oportunidades laborales que los hombres.

Sin embargo, en Afganistán, mientras las activistas salen a protestar pacíficamente, son silenciadas mediante detenciones y torturas por parte de los talibanes. Esta es la dura realidad que enfrentan las mujeres en el lejano Oriente.

protestas mujeres afganas

No se sabe si la reciente muerte del líder de Al Qaeda, Ayman az Zawahiri, en un ataque de un dron estadounidense en Kabul, tendrá alguna consecuencia positiva o negativa para la vida de las mujeres y de cualquier habitante de Afganistán. Romper el acuerdo de Doha o de paz tras el deceso del líder podría implicar más restricciones y mayor aislamiento, lo que haría la situación aún más crítica.

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