En ocasiones, el arte puede dejarnos asombrados, ya que a través de él, el artista logra transmitir sus pensamientos y emociones en diversas obras que pueden impactarnos. Esto fue precisamente lo que ocurrió con un par de policías que asumieron que alguien necesitaba ayuda.
Según reportó People, los agentes recibieron una llamada de un ciudadano preocupado, por lo que no dudaron en acudir rápidamente al lugar. Sin embargo, al llegar a donde supuestamente se encontraba una mujer en estado inconsciente, se dieron cuenta de que era simplemente una escultura.
La galería de arte Laz Emporium, situada en el popular barrio de Soho, en Londres, ha causado algunas confusiones que han engañado a varios, pero en esta ocasión, la situación se volvió demasiado seria cuando dos agentes de la Policía Metropolitana de Londres tuvieron que forzar la entrada del establecimiento para auxiliar a una mujer que parecía estar en apuros dentro de la galería, que ya estaba cerrada.
No obstante, al llegar al lugar donde se encontraba la mujer inconsciente, los policías se dieron cuenta de que era en realidad una escultura hiperrealista, elaborada con cinta de embalar y espuma de relleno. Según el encargado del lugar, la pieza se llama Kristina y fue creada por el artista estadounidense Mark Jenkins.
Es algo inquietante que el propietario de la galería, Steve Lazarides, haya encargado esta obra al artista en memoria de su hermana, quien falleció mientras comía, siendo encontrada en una posición similar a la de la escultura.
Aún así, Lazarides está al tanto de la reacción que provoca esta obra en las personas y parece disfrutarlo.
Su intención es hacer que el público sonría o se horrifique, provocando una reacción y atrayendo la atención. La gente se detiene para observar la pieza, y eso es genial, ya que muchos terminan entrando a la tienda.