La Voyager 1 es la sonda espacial que posee el récord de la mayor distancia alcanzada desde la Tierra, superando los 21 millones de kilómetros, así como un excepcional tiempo de operación, con 45 años en el espacio. No obstante, recientemente ha enfrentado un inconveniente que ha desconcertado a los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Lanzada en 1977, la Voyager 1 logró salir de nuestro sistema solar en 12 años y alcanzó el espacio interestelar en 2012. Pese a su avanzada antigüedad y a estar a millones de kilómetros de la Tierra, la sonda sigue enviando datos científicos que revelan información sobre galaxias de tamaño desconocido.
Un informe del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA indica que, a pesar de su óptimo funcionamiento, las lecturas del Sistema de Control y Articulación de Actitud (AACS en inglés) no coinciden con el movimiento y dirección de la sonda, sugiriendo que podría estar «confundida» acerca de su ubicación en el espacio.
De acuerdo con la información disponible, la Voyager 1 sigue ejecutando los comandos que recibe y su señal continúa siendo clara. Sin embargo, los datos de telemetría son inconsistentes, como si fueran seleccionados al azar, por lo que no «reflejan lo que realmente está ocurriendo a bordo».
La NASA ha informado que el equipo del proyecto Voyager está investigando el problema y busca opciones para resolverlo o adaptarse a la situación. Este proceso es lento, ya que una señal desde la Tierra tarda actualmente 20 horas y 33 minutos en llegar a la sonda, lo que complica el diagnóstico de cualquier falla, dado que la respuesta desde la nave también conlleva el mismo retraso.
En esta fase, resulta imposible determinar si esta anomalía afectará el funcionamiento de la Voyager 1 o si podría repararse si fuera necesario. Sin embargo, el hecho de que el modo seguro —que limita sus capacidades— no se haya activado automáticamente es un signo alentador.
Hasta que el problema no se comprenda con mayor claridad, el equipo no puede anticipar si esto afectará el tiempo que tarda la nave espacial en recopilar y transmitir datos científicos.
– Informe emitido por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA
Suzanne Dodd, gerente del proyecto de Voyager 1 y 2, comenta en el comunicado que “un misterio como este es algo común en esta fase de la misión Voyager” y espera que, tanto ella como su equipo, puedan descubrir qué está causando que el emisario robot de la Tierra envíe datos inconsistentes.
Las sondas Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas en 1977 y desde entonces han navegado más allá de los límites del sistema solar. Ambas cruzaron la heliopausa, el límite dinámico cuya distancia y composición pueden variar según la actividad del sol, en agosto de 2012 y noviembre de 2018, respectivamente. Desde ese momento, ambas se encuentran explorando el medio interestelar.