El número de personas que abogan por el avance de las leyes en defensa de los derechos de los animales sigue en aumento. Cada vez más individuos se suman a esta causa, buscando no solo crear conciencia en la sociedad, sino también la prohibición total de cualquier espectáculo que cause daño o sufrimiento a los animales.
Otro de los temas que preocupa a las organizaciones que defienden el bienestar animal es proporcionar una mejor calidad de vida a todas las especies. Pero, ¿te has imaginado que legalmente se les reconociera como seres humanos?
Aunque parecería una idea inusual, un grupo de activistas consideró que era un asunto digno de atención. Presentaron ante un tribunal en Nueva York el caso de Happy, una elefanta que alegaban debía ser reconocida como persona legal y trasladada a un santuario. Sin embargo, el tribunal determinó que dicha solicitud no podía ser atendida.
Happy es una elefanta asiática de 51 años que ha vivido más de 40 años en el zoológico del Bronx, en Nueva York. En 2018, Nonhuman Rights Project, una organización de derechos civiles de los animales ubicada en Florida, argumentó ante el Tribunal Supremo de Nueva York que la elefanta había sido detenida ilegalmente en el zoológico y, por lo tanto, debería ser considerada como persona legal y enviada a un santuario donde pudiera moverse libremente.
Tras numerosas negativas a su solicitud, el 18 de mayo de 2021, el Tribunal de Apelación de Nueva York aceptó revisar el caso presentado por la organización defensora de los animales. El 14 de junio, el tribunal dictó una sentencia que, con cinco votos a favor y dos en contra, concluyó que, legalmente, la elefanta no se considera una persona y, por ende, no tiene acceso a derechos fundamentales humanos.
La sentencia aclaró que el habeas corpus es el derecho humano a no ser detenido ilegalmente, y que, a pesar de la notable inteligencia de los elefantes, esta normativa solo aplica a seres humanos.
Nadie cuestiona las increíbles capacidades de los elefantes, pero se ha rechazado la solicitud de aplicar el ‘habeas corpus’ en favor de Happy. Este recurso está destinado a asegurar la libertad de los humanos detenidos, no de animales no humanos.
– Janet DiFiore, jueza principal del caso
Considerado el caso más significativo en materia de derechos de los animales que ha llegado a instancias superiores en Estados Unidos, el tribunal de apelación argumentó que si se le concediera dicho derecho, implicaría que Happy tendría que presentarse ante la Corte y defender su caso, lo que la convertiría en una persona legal.
Judge Rowan Wilson: The court had a duty “to recognize Happy’s right to petition for her liberty not just because she is a wild animal who is not meant to be caged and displayed, but because the rights we confer on others define who we are as a society.” https://t.co/tlYuMd9w07
— Nonhuman Rights Project (@NonhumanRights) June 14, 2022
La jueza también expresó que liberar a la elefanta podría generar una avalancha de solicitudes y litigios de personas pidiendo la liberación de otros animales, incluidos aquellos de compañía y de servicio, lo que podría tener un gran impacto desestabilizador en la sociedad moderna.
Aunque no se le reconoció como persona, los activistas han señalado que Happy no vive en su hábitat natural, lo que le priva de la autodeterminación como un elefante independiente en la vida salvaje. Sin embargo, se destacó que la elefanta recibe un cuidado adecuado y goza de buena salud.
A pesar del fallo de la corte, es probable que la disputa sobre este caso continúe avanzando en los tribunales de Estados Unidos, ya que la organización civil ha declarado que seguirá luchando por la liberación de Happy.
