Aparte de su extraordinario talento, uno de los aspectos que más destaca en la vida de Jennifer Lawrence es su deseo de mantener su vida personal alejada del ojo público. Sin embargo, en una reciente entrevista para la edición estadounidense de Vogue, la actriz de 32 años comparte por primera vez su experiencia como madre.
En febrero del año pasado, la estrella de la saga Los juegos del hambre dio la bienvenida a su primer hijo, aunque el género y el nombre del bebé que tuvo con su esposo Cooke Maroney seguían siendo un misterio.
Finalmente, la actriz estadounidense reveló que ha dado a luz a un niño y compartió su nombre, que no fue elegido al azar, sino como un homenaje a Cy Twombly, el pintor admirado por su esposo, Cooke Maroney. Maroney es un gran aficionado al arte y dirige una galería en Nueva York, Estados Unidos.
En la entrevista, Lawrence habló abiertamente sobre la maternidad y todas las alegrías y desafíos que conlleva, incluyendo el peso de las expectativas ajenas y la comparación inevitable de su experiencia con la de otras mujeres.
Es realmente aterrador hablar de la maternidad, ya que cada experiencia es única. Si yo digo: ‘Fue maravilloso desde el principio’, algunas personas podrían pensar: ‘Para mí no fue tan maravilloso’ y sentirse mal […] Afortunadamente, tengo muchas amigas que han sido sinceras. Ellas han comentado que, ‘es aterrador’. Es posible que no te sientas en sintonía de inmediato. Tal vez no te enamores al instante de tu bebé.
Además, la protagonista de Operación Red Sparrow relató que el día de su parto fue “como de película”, dado que comenzó a sentir contracciones en las escaleras de su casa en Los Ángeles, California. También compartió cómo su hijo cambió su perspectiva de vida y su aprecio por los bebés.
El día en que nació Cy, sentí que toda mi vida comenzaba de nuevo. Fue el primer día de mi vida. Lo miré y estaba tan enamorada. De repente, me enamoré de todos los niños del mundo. Los bebés son simplemente maravillosos, pequeños sobrevivientes, rosados, hinchados y vulnerables. Ahora, siento amor por todos los niños.
Antes de convertirse en madre, la también productora compartió que había sufrido dos abortos espontáneos: el primero ocurrió cuando tenía “veintitantos años” y estaba viajando sola en Montreal, Canadá; el segundo fue durante el rodaje de Don’t Look Up, lo que la llevó a someterse a una cirugía.
Finalmente, al compartir estas experiencias, Lawrence se pronunció enérgicamente contra la reciente derogación de la ley Roe vs. Wade de 1973, que eliminó el derecho federal al aborto en Estados Unidos. Durante su embarazo, la actriz había participado en una manifestación a favor del derecho al aborto junto a Amy Schumer.
Por suerte, tuve un embarazo muy bueno, pero no podía dejar de pensar en las mujeres que se ven obligadas a llevar a cabo un embarazo contra su voluntad.
