Parece que el reciente matrimonio de Britney Spears con su esposo Sam Asghari y su nueva y feliz vida sin la tutela de su padre no ha sido bien recibido por algunos de sus ex, quienes han continuado manifestándose en su vida desde el día de su boda.
Recientemente, su ex, Kevin Federline, declaró que la “princesa del pop” tenía una mala relación con sus hijos y aseguró que el padre de Britney le salvó la vida a la cantante. Pero eso no es todo, ya que la interrupción que Jason Alexander hizo en junio antes de la boda de la intérprete de Toxic todavía está presente, y tras su arresto, se conoció la condena que tuvo que enfrentar por ello.
A pesar de que su matrimonio fue breve, durando solo 55 horas, Jason Alexander, el primer esposo de la cantante estadounidense de 40 años, fue arrestado por intentar irrumpir en la boda de Britney. Este caso fue llevado a juicio en el tribunal del condado de Ventura, California, donde el 11 de agosto, los fiscales lo encontraron culpable de delitos de allanamiento de morada y agresión.
La sentencia que el jurado consideró adecuada fue de 64 días de cárcel, tiempo que ya cumplió, dado que fue arrestado en el lugar el 9 de junio, lo que llevó a las autoridades a retirar los cargos de acoso y vandalismo en su contra.
Cabe mencionar que este incidente no es el primer delito en el que se ve involucrado el exesposo de “la princesa del pop”, ya que en enero fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a someterse a una prueba. Meses después, fue acusado de evadir al personal en un aeropuerto de Nashville.
Esta no es la primera vez que es encarcelado, ya que en 2015 pasó cuatro meses en prisión por abuso doméstico. Por su parte, Britney cuenta con una orden emitida por un juez que prohíbe a Jason Alexander acercarse a ella o a su guardia de seguridad a menos de 100 metros.
