Desde una perspectiva histórica, la industria de la cosmética ha estado influenciada por el capitalismo, al igual que prácticamente todas las industrias. Esto ha llevado a que muchos productos que se lanzan al mercado no sean realmente esenciales para la vida de las mujeres y a menudo no cumplan con los estándares de seguridad prometidos, lo que puede provocar serios problemas de salud.
Por esta razón, es habitual que revistas científicas de renombre investiguen exhaustivamente diferentes productos, como lo hizo recientemente el Journal of the National Cancer Institute, que reveló noticias alarmantes para las mujeres que utilizan con frecuencia alisadores de cabello (específicamente más de cuatro veces al año).
La investigadora principal, Alexandra White, ha destacado el alarmante incremento de la probabilidad de desarrollar cáncer de útero entre las mujeres que utilizan productos para alisar el cabello en comparación con aquellas que no lo hacen.
Mientras que el 1.64 por ciento de las mujeres que nunca han utilizado un producto de alisado desarrollarán cáncer de útero a los 70 años, para las usuarias frecuentes, este riesgo se eleva al 4.05 por ciento.
Para llegar a estas conclusiones, la revista siguió a aproximadamente 33 500 mujeres estadounidenses a lo largo de casi 11 años, permitiendo realizar comparaciones significativas entre las participantes. Desafortunadamente, el estudio no identificó las marcas ni los ingredientes utilizados durante ese período.
Aun así, enfatizaron la popularidad del alisado brasileño entre 2003 y 2009, lo que sugiere que ciertos químicos como los parabenos, bisfenol A, metales y formaldehído podrían ser los responsables, ya que son absorbidos a través del cuero cabelludo.
Por otro lado, es importante mencionar que las mujeres de ascendencia africana son las que presentan un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, ya que, según el estudio, en Estados Unidos es más común que ellas utilicen productos de alisado. Además, el 60 por ciento de las participantes en la investigación eran afroestadounidenses.
Se sabe que las mujeres de ascendencia africana suelen utilizar varios productos a la vez, lo que podría llevar a que tengan, en promedio, mayores concentraciones de estas sustancias químicas disruptoras de hormonas en su organismo.
