A pesar de que las redes sociales pueden resultar entretenidas, es bien sabido que impactan negativamente en la percepción que se tiene de uno mismo. La constante exposición a ideales de belleza puede llevar a comparaciones y expectativas poco realistas sobre la imagen perfecta.
Esto es especialmente evidente en plataformas donde el valor de la belleza se mide por la cantidad de «likes» o comentarios positivos, lo cual puede provocar una condición severa conocida como dismorfia corporal. Esta se caracteriza por una preocupación obsesiva por un supuesto defecto en la apariencia, a menudo llevándola a las personas a optar por la cirugía plástica.
No obstante, muchas chicas que han logrado superar la insatisfacción con su imagen y han dejado de lado las críticas en redes sociales optan por compartir sus historias de amor propio, con el fin de concientizar a quienes enfrentan situaciones similares.
Un claro ejemplo es Dacia Fernanda Cortez Weska, conocida como Dhasia Wezka. A sus 28 años, esta influencer mexicana se destaca por su contenido relacionado con moda, belleza y vlogs donde comparte aspectos de su vida personal.
Recientemente, en su cuenta de TikTok, Dhasia comentó que decidió quitarse los implantes mamarios después de siete años de haber pasado por quirófano, debido a la dismorfia corporal y la presión por la aprobación social que sufrió.
Según su testimonio, las críticas persistentes sobre su físico la llevaron a someterse a cirugía plástica a los 21 años, optando por operarse los senos y la nariz a cambio de una colaboración con un cirujano que ella describe como un «carnicero», dado que la clínica operaba en condiciones insalubres.
Dhasia también revela que durante la intervención, el médico estaba ebrio y que los resultados no fueron los esperados. En uno de sus videos, menciona que se le colocó una talla mucho más grande de lo que había solicitado, complicando su recuperación debido a la inflamación, además de sufrir dolores severos en la espalda y los hombros.
Además, la joven tuvo que someterse a una segunda cirugía para reconstruir su nariz debido al mal trabajo realizado. En sus propias palabras, su nariz «quedó arruinada»:
Imagina tener el centro de tu cara completamente dañado y un busto que no se ajusta a tu complexión. Ese cirujano me arruinó la vida. Aceptar que esta era mi nueva nariz y mis nuevos senos fue muy difícil.
Dhasia estaba tan descontenta con su apariencia que le resultaba complicado verse desnuda. Decidida a retirar los implantes, logró encontrar a un cirujano profesional que, además, descubrió que uno de los implantes estaba roto.
Sin embargo, Dhasia narró que, por hacer caso a los comentarios de otros que decían que no era necesario retirarlos, sino colocar una talla más pequeña, desestimó su decisión de quitarse los implantes.
Finalmente, aunque el resultado fue el que esperaba, Dhasia se dio cuenta de que desear un busto más grande no se alineaba con su ideal de imagen, por lo que esta vez tomó la decisión firme de retirarlos definitivamente. Una elección que afirma “la hace feliz”.