¿Quién no recuerda la conmovedora película La terminal? Esa cinta protagonizada por Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones que nos relató la historia real de Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní que quedó atrapado durante 18 años en el Aeropuerto de París-Charles de Gaulle, Francia, tras extraviar sus documentos que lo identificaban como refugiado.
Si rememoran esta historia, deben saber que hay una triste noticia: recientemente se informó sobre el fallecimiento de Mehran, a los 77 años, ocurrida en el mismo aeropuerto el pasado 12 de noviembre.
Un portavoz del aeropuerto confirmó que Karimi murió tras sufrir un ataque al corazón en la Terminal 2F. A pesar de los esfuerzos de la policía y un equipo médico por salvarlo, no pudieron evitar su deceso. Lo último que se supo de él es que, a mediados de septiembre, había regresado al aeropuerto tras varios años viviendo en una residencia y un hotel, cuyos gastos fueron cubiertos por las regalías de la famosa película.
La historia de Mehran no solo inspiró una película; también existió otra producción de origen francés llamada Tombés du ciel. Además, su vida dio origen a otros proyectos como Waiting for Godot at de Gaulle, un documental dirigido por Alexis Kouros que retrata los 18 años que pasó en la terminal.
Y no es de extrañar que su historia resonara, pues la experiencia de Mehran era no solo inusual, sino que también nos recordaba a muchas personas que, por necesidad, se ven obligadas a abandonar su lugar de origen y enfrentar vidas llenas de caos y soledad, alejadas de sus seres queridos.
La historia de Mehran comenzó en 1988, cuando perdió su documentación de refugiado durante una escala en París. Debido a esto, no pudo continuar su viaje ni salir del aeropuerto, quedando varado en la Terminal 1. A lo largo de los años, se realizaron gestiones administrativas y, en 1999, se le otorgó un visado francés, aunque él siguió viviendo en el aeropuerto.
No fue hasta 2006 que Karimi finalmente salió del aeropuerto para ser atendido en un hospital tras una intoxicación alimentaria. Después de recuperarse, se trasladó a una casa y más tarde a un hotel, gracias a los ingresos generados por la película de 2004, en la que el director Steven Spielberg llevó su historia a la pantalla grande.
Años después, Mehran Karimi Nasseri volvió a su viejo hogar. Se decía que recorría las instalaciones empujando un carrito con sus pertenencias. Tras su fallecimiento, los empleados del aeropuerto cubrieron el lugar donde solía sentarse con una sábana blanca.