La realidad es que no somos personas envidiosas, pero tampoco disfrutamos cuando aquellos que tienen la oportunidad de hacer el mejor cardio nos lo presumen. Ustedes saben a qué nos referimos. Está bien que las parejas disfruten del “delicioso”, pero el ruido que reproducen resulta un poco como “un rico humillando a un pobre”.
Quizás estamos exagerando un poco, pero si hablamos de exageraciones, les tenemos que contar sobre unos vecinos que decidieron escribirle a una chica para pedirle que dejara de hacer tanto ruido durante su “cardio”.
De acuerdo con medios locales, esto sucedió en Elgóibar, un municipio de la provincia de Guipúzcoa, España. Comenzó cuando un grupo de vecinos se unió para redactar una carta en la que le pedían a una joven que moderara el “escándalo” durante el delicioso.
Vale la pena mencionar que los vecinos hicieron su solicitud con mucha educación, ya que en la carta felicitaban a la joven por llevar una vida sexual tan plena, pero enfatizaban la necesidad de que bajara el volumen de sus gritos durante la actividad. Además, expresaron su interés de conocer la marca y modelo de cualquier dispositivo electrónico que pudiera estar usando para su satisfacción.
Mientras tanto en Elgoibar… pic.twitter.com/q73NcS9Skc
— Líos de Vecinos 🏢 (@LiosdeVecinos) October 22, 2022
La intención de los vecinos era simplemente poder conciliar el sueño sin tener que escuchar a la joven disfrutar de su actividad, pero sin tintes de envidia, solo querían un poco de discreción. El escrito culmina con un mensaje: “Que viva el sexo, pero grita un poco menos”, ya que no pretendían privar a la chica de su libertad, sino evitar que el sonido trascendiera sus paredes. ¿Ustedes qué piensan?
Al parecer, la razón por la que la destinataria compartió la carta en redes sociales fue lo que la hizo volverse viral, provocando que los usuarios opinaran al respecto. Entre los comentarios más destacados, algunos afirmaban que la acción de los vecinos era meramente envidiosa, pero al mismo tiempo la carta generó risas y sensación entre los internautas.
Hasta ahora, se desconoce cómo terminó esta anécdota, pero esperamos sinceramente que la chica continúe disfrutando del delicioso sin perturbar los oídos de sus vecinos.