A casi tres años de los acontecimientos, la Fiscalía General del Estado de Michoacán, en México, logró obtener una sentencia de 50 años de prisión para Diego Urik, tanto autor material como intelectual del asesinato de Jessica González Villaseñor. Este crimen, perpetrado el 21 de septiembre de 2020, impactó profundamente a la nación por la forma en que se llevó a cabo.
El juez Ariel Montoya Romero declaró que reunió suficientes elementos para imponer a Urik la pena máxima establecida en el Código Penal de Michoacán, según lo estipulado en el artículo 120.
El juez apuntó que hubo dolo, saña, crueldad y una total falta de arrepentimiento por parte de Urik, quien cometió el feminicidio de Jessica, una joven docente que continúa siendo extrañada por sus alumnos.
El cuerpo de Jessica fue hallado con múltiples heridas y signos de violencia sexual en el exclusivo fraccionamiento donde residía Urik, quien, tras su terrible acción, se dio a la fuga hacia el estado de Jalisco, donde fue arrestado por las autoridades competentes.
Desde entonces, se inició un extenso proceso judicial que incluyó numerosas audiencias, la presentación de más de 100 pruebas y varios testigos, incluidos ex amigos de Urik que testificaron en su contra.
Aparte de la condena de 50 años de prisión, Urik tiene que abonar 1,246,000 pesos, equivalentes a más de 67,000 dólares, en concepto de reparación de daños, cantidad que se determinó en función del salario que Jessica recibía como maestra.