Todos hemos escuchado historias de hombres que son realmente injustos con su pareja porque se sienten “incómodos” con las decisiones que toman de manera personal. En Reddit y otros foros, estas historias son comunes; sin embargo, ninguna se compara con la que conocerás a continuación.
Hace unos días, la usuaria ThroweaRyan7697 compartió en la red social una historia que la ha estado confundiendo desde hace algunos meses. Resulta que ella y su esposo han estado juntos durante tres años, y en todo ese tiempo ha usado toallas higiénicas. Sin embargo, debido a un problema médico, tuvo que cambiarlas por tampones y, al parecer, toda esta situación ha puesto a su esposo muy incómodo.
La usuaria relató que su esposo, Ryan, odia los tampones. Nunca le ha proporcionado una razón clara para su desagrado, pero menciona constantemente que se siente incómodo cuando ella los usa. Al principio, no consideró que fuera un problema, ya que todos tenemos ciertos hábitos de nuestras parejas que pueden resultarnos molestos.
No obstante, Ryan insistió en que regresara a usar toallas higiénicas. Ante esta insistencia, ella le dejó claro que, dado que es su cuerpo, la decisión es únicamente suya.
Él llegó a tirar algunos tampones que pudo encontrar y, aunque eso le molestó, para mantener la paz, ella compró una caja y la escondió. Sin embargo, él la encontró y la tiró. No se dio cuenta hasta que tuvo su periodo ayer y se dio cuenta de que no tenía ningún tampón. Estaba cansada y estresada, y cuando le gritaron, él admitió haberlos tirado. Argumentó que ya sabía cómo se sentía acerca de eso y fue entonces cuando ella perdió la paciencia y le dijo que no tenía derecho a actuar de esa manera. Luego, él la miró fijamente y se fue sin decir nada.
Después de su pequeña discusión, él regresó y le dijo que como pareja deberían considerar la incomodidad del otro. Además, insistió en que si ella quería usarlos, debería hacerlo fuera de casa, a lo que ella respondió que eso no iba a suceder.
La publicación recibió más de 24,000 comentarios donde la apoyaron, diciendo que ella no era culpable por utilizar un producto íntimo que le beneficiaba. Algunos creen que su esposo está erróneamente equiparando los tampones con un juguete sexual u otro método de placer, en lugar de verlos como un artículo de higiene necesaria, o bien, que está malinterpretando la finalidad de los tampones, viéndolos como una competencia sexual.
Otros señalaron que la esposa también mencionó que él a menudo encuentra problemas con “muchas” de las cosas que ella hace y que aún así las soporta. Esto solo dejó en claro la existencia de una gran cantidad de banderas rojas en el matrimonio, especialmente en lo que respecta a la toma de decisiones sobre su propio cuerpo, así como la aparente necesidad de que él controle todo.
Finalmente, todos coincidieron en que la chica no debería tener que ocultar sus productos de higiene básicos, porque, independientemente de que esté casada, sigue siendo su cuerpo y su decisión, y él no tiene, en absoluto, el derecho de elegir qué productos menstruales usa su esposa.