Los espejos y cristales son una de esas cosas en las que, si perfectos, nadie se fija, pero si están sucios… ¡ay, amigos! Limpiar los espejos y cristales es tarea imprescindible.
Para no enturbiar tu propia imagen ni los paisajes desde tu hogar, hoy te recomendamos 5 consejos para dejar las superficies acristaladas listas para pasar revista:
- Sean ventanas o sean espejos, el orden importa: limpia primero la persiana, después el marco y, por último, los cristales/espejos. Si limpias primero la superficie acristalada, volverás a ensuciarla al abordar todo lo demás.
- La mezcla de agua y vinagre es perfecta para desengrasar y dar brillo al cristal y al vidrio, evaporándose rápidamente. Diluye ¼ de taza de vinagre blanco en medio litro de agua, y limpia los cristales humedeciendo papel de periódico en esta solución. Esta mezcla ayuda además a evitar que el espejo del baño se empañe al ducharnos. Y si añades amoníaco, lograrás todavía más brillo.
- Para no dejar huellas ni restos, emplea un paño de algodón que ya no deje pelusas, o los limpiacristales más profesionales con goma en su extremo.
- ¿Las esquinas de tus cristales y espejos tienen un aspecto envejecido? Pásales un trapo humedecido en aceite de oliva.
- Olvídate de los limpiacristales comerciales de los supermercados. No solo son menos ecológicos, sino que gradualmente van erosionando el cristal al eliminarle capas, y esto lo hará menos translúcido con el paso del tiempo. Confía en las soluciones naturales.
Sonreirás de orgullo al comprobar el resultado de estos consejos 100% naturales y ecofriendly.
¿Te atreves a probar estas técnicas? Déjanos un comentario con tus impresiones.