Se me pasa por la cabeza al menos una vez a la semana: realmente no me apetece ir a tu sesión de gimnasio, estoy cansada, buf, conduce hasta el gym, todavía tengo agujetas de la última sesión, está lloviendo, no tengo tiempo…
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Ok, lo pillo, no me apetece entrenarme. Pero debería. Prueba lo siguiente: cada vez que no te apetezca entrenarte, ponte 10 minutos; si después de 10 minutos sigues pensando igual, entonces si déjalo para otro día. Verás como la mayoría de las veces terminas el ejercicio que te habías planteado. En cualquier caso, te presento 7 razones por las que no debes saltarte el entrenamiento:
- Te coloca a un entrenamiento menos de ese cuerpo sexy que deseas para ti. ¡Y quien diga que una de las razones por las que se cuidad es pura vanidad está mintiendo!
- Cualquier mal rollo/estrés desaparece por completo (al menos durante unas horas). Así es, y se trata de química, hechos demostrados. Si te sientes triste/enfadada/de mal humor, una sesión de gimnasio puede ayudarte más de lo que piensas.
[ads1] - Un empujón a tu corazón. Cada sesión es un ladrillo que colocas en la pared que protege a tu corazón del riesgo de sufrir enfermedades en el futuro, eso sin nombrar el lujo que es sentirse entero después de subir 5 pisos cuando se estropea el ascensor de tu casa.
- Te ofrece un tiempo para evadirte y pensar. Muchas de las decisiones importantes en la vida las tomamos mientras hacemos ejercicio. Ese componente químico –las endorfinas- ayudan también a pensar de otra manera, mucho más optimista. ¿No te apetece darles vueltas al coco? Métete en una clase colectiva, incluso puede que conozcas alguien interesante.
- Dejarás de preocuparte de la vocecilla de tu conciencia, que te dice qué comer, cuándo ejercitarte… es agotador. Por una hora de ejercicio te ahorras 3-4 de machacarte mentalmente por no cuidar tu cuerpo y tu mente.
- Un ejemplo para los tuyos. Ya sean tus hijos, tu pareja, o tus amigos; la constancia demostrada queda patente y sirve de ejemplo a seguir por aquellos que te aprecian. ¿Qué clase de lección quieres enseñarles?
Cómo supongo que no quedará nadie leyendo a estas alturas de artículo, me despido con un rápido: ¡hasta luego!
Pero si aún estas aquí, quizás quieras regalarnos tus comentarios, nos vendría excelente.