El Tribunal Primero de Sentencia de La Paz, Bolivia, emitió el 10 de junio una condena de 10 años de prisión contra la expresidenta interina Jeanine Áñez por haber orquestado un golpe de Estado que la llevó al poder tras la renuncia de Evo Morales durante una crisis social y política en 2019.
Áñez, de 54 años, fue hallada culpable de los delitos de “resoluciones contrarias a la Constitución” e “incumplimiento de deberes”. Después de deliberar durante más de ocho horas, el tribunal boliviano determinó que deberá cumplir su pena en la prisión de Miraflores, donde está recluida de manera preventiva desde marzo de 2021.
La Fiscalía de Bolivia declaró que Áñez, en su calidad de senadora de derecha, infringió las normativas que garantizan el orden constitucional y democrático tras las elecciones presidenciales de 2019. La destitución del primer presidente indígena de Bolivia y su vicepresidente generó un vacío de poder que permitió a Áñez asumir la presidencia interina como segunda presidenta del Senado.
Por otro lado, los simpatizantes de Áñez rechazan la idea de que se trató de un golpe de Estado y argumentan que el supuesto abuso de poder por parte de Evo Morales provocó un levantamiento legítimo en las calles. En su declaración final ante el juez, la exfuncionaria desmintió las acusaciones. Su defensa anunció que apelará la decisión.
El Tribunal también impuso una pena de diez años de prisión al excomandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y al excomandante de policía, Vladimir Calderón. Otros cuatro exjefes militares recibieron condenas menores.