Un equipo internacional de geólogos del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI), en Massachusetts, ha descubrimiento un canal subterráneo que se extiende por más de un kilómetro, conectando las Islas Galápagos con Panamá.
Dirigidos por David Bekaert, autor principal del estudio, los investigadores encontraron un túnel de 1.609 kilómetros bajo la superficie terrestre, a través del cual fluye magma de extremo a extremo, material arrastrado por un “viento del manto” que se desplaza bajo la corteza terrestre.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, revela procesos a gran escala que explican la diversa naturaleza de la Tierra y podría explicar por qué se encuentran materiales volcánicos en Panamá, a pesar de que todos los volcanes de la región están inactivos.
Para alcanzar estos resultados, el equipo utilizó isótopos de helio e indicadores geoquímicos de las composiciones anómalas debajo de la superficie panameña. Tras el análisis en laboratorio, descubrieron que el material volcánico proviene de la pluma mantélica de las Islas Galápagos.
Utilizamos características químicas como indicadores de grandes procesos geológicos. En este caso, nuestros hallazgos explican por qué los materiales volcánicos aparecen en el centro de Panamá a pesar de la inactividad de sus volcanes.
Bekaert compara los sistemas volcánicos con el cuerpo de un organismo vivo. El experto afirma que la Tierra está “sangrando” magma y, al igual que la sangre, su composición puede ser analizada:
Midiendo una composición inesperada de gas volcánico, similar a cuando una persona tiene un tipo de sangre raro. […] Se puede medir la composición de ese magma, así como se hace con un tipo de sangre. En el caso de la Tierra, esta información permite explicar su procedencia en términos de procesos geológicos profundos.
El “viento del manto” detectado por los investigadores se localiza en la zona de subducción, donde las placas tectónicas sumergen la corteza oceánica debajo de la corteza continental.
Este proceso es común en las regiones de América del Norte. Generalmente, la zona de subducción es impenetrable, pero bajo Panamá deben existir aberturas o “ventanas de losa” que permiten que el material recorra distancias tan largas y emerja a la superficie.
Los investigadores tienen la intención de realizar análisis similares en Chile y, eventualmente, ampliar este método, dado que hay anomalías inexplicables en la química del manto en todo el mundo, lo cual ayudaría a comprender la evolución química de nuestro planeta.
Nadie había considerado este proceso hasta ahora, así que estamos dispuestos a evaluar todos los datos.
– David Bekaert