Aunque puede parecer improbable encontrar a la persona que has estado buscando durante tantos años, a veces el universo conspira a nuestro favor, añadiendo sorprendentes coincidencias a nuestra vida diaria.
Un gran ejemplo de esto es la historia de Benjamin Hulleberg y su madre, Holly Shearer, quienes se reunieron después de 20 años de haberse separado al darlo en adopción, descubriendo que compartían más que solo lazos genéticos. Esta es su historia.
Según información de Fox News, cuando Holly quedó embarazada a los 15 años, decidió que lo mejor era dar a su bebé en adopción a Brian y Ángela Hulleberg, una pareja que estaba luchando contra la infertilidad.
Durante tres años, Holly mantuvo el contacto con los Hulleberg, quienes le enviaban cartas y fotos del pequeño Benjamin. Sin embargo, la comunicación se cortó y la agencia de adopción cerró sus puertas en 2014, lo que alimentó la curiosidad de la joven madre con el paso del tiempo.
Por su parte, desde muy joven, Benjamin sabía que había sido adoptado por sus padres, quienes se aseguraron de que él fuera consciente de su verdadero origen. Sin embargo, siempre tuvo la curiosidad de saber más sobre su madre biológica, a quien solo conocía por su nombre de pila, Holly.
Durante años, Benjamin envió cartas a agencias de adopción en Utah, revisó pruebas de ADN y registros de adopción, pero su búsqueda incesante jamás dio frutos. Aunque nunca logró encontrar a Holly, lo que él no sabía era que ella también lo buscaba, hasta que un día, una simple búsqueda en Internet fue suficiente para encontrar su cuenta oficial de Facebook:
[Él] tenía 18 años cuando lo encontré, pero me sentía indecisa. Tenía tantas cosas en su vida. Lo último que quería hacer era afectar su vida, así que solo observé desde la distancia.
El año pasado, en una emotiva publicación de Facebook, el joven habló sobre su “profundo deseo” de conocer a su madre biológica, “simplemente por la oportunidad de agradecerle su decisión altruista” de darlo en adopción.
Finalmente, Holly se armó de valor para acercarse a su hijo y, en noviembre de 2021, el día de su 20 cumpleaños, le envió un mensaje a través de Facebook para felicitarlo:
– Holly: Feliz cumpleaños. Espero que tu día haya sido maravilloso.
– Benjamin: Hola. ¿Te conozco?
– Holly: No me conoces. De hecho, es raro que un desconocido te envíe un mensaje. Hace 20 años, tomé la decisión más difícil de mi vida, di a mi hermoso bebé en adopción a una hermosa familia. No tengo intención de cambiar tu vida. He pensado en ti todos los días y, finalmente, tuve el valor de enviarte un mensaje para desearte un feliz cumpleaños.
Al ver su sueño hecho realidad, después de tanto tiempo, Benjamin no dudó en pedirle a Holly que se reunieran para cenar.
Me pidió que nos viéramos de inmediato, lo que me sorprendió un poco. No lo esperaba, pero él quería que nos encontráramos al instante. Así que planeamos una cena al día siguiente en un restaurante con nuestras dos familias.
Cuando las dos familias se conocieron en un emotivo reencuentro, Holly y Benjamin se dieron cuenta de que habían estado más cerca el uno del otro durante todos esos años, pues ambos habían trabajado en el Hospital St. Mark’s, en Salt Lake City, Utah, durante los últimos dos años. Holly es asistente médica y Benjamin realiza labores como voluntario en la unidad de cuidados intensivos.
Todas las mañanas entraba por el pabellón para ir a trabajar. Así que pasé por la unidad de cuidados intensivos todos los días. Nos estacionábamos en el mismo lugar, podríamos haber estado en el mismo piso, sin tener idea de que estábamos tan cerca.
– Holly Shearer
Desde el reencuentro con Holly y su familia, Benjamin también ha formado un fuerte vínculo con sus dos medios hermanos menores. Desde entonces, madre e hijo se reúnen en el trabajo al menos una vez a la semana.
¿Poder sentarme con mi madre biológica y simplemente tomar un café y hablar antes de comenzar mi turno? Ha sido increíble.