Los vítores de felicidad resonaron a nivel mundial cuando nos enteramos de que Jennifer Lopez y Ben Affleck contrajeron matrimonio el pasado sábado 16 de julio, apenas tres meses después de su compromiso y 18 años tras su separación.
Tras un emocionante fin de semana, los recién casados no se fueron de luna de miel; solo dos días después de su boda, la pareja volvió a sus respectivas rutinas, aunque con un marcado contraste entre ellos.
Mientras que Jennifer Lopez, ahora Jennifer Affleck, de 52 años, fue vista muy activa después de salir de su clase de baile en Los Ángeles, el actor de 49 años parecía preparado para tomar una siesta, ya que lo vieron por primera vez desde su matrimonio con la cantante y actriz.
En imágenes publicadas por el Daily Mail, el protagonista de El contador lucía agotado en su auto mientras se dirigía a la casa de su exesposa Jennifer Garner, sin duda, para visitar a sus tres hijos: Violet, de 16 años; Seraphina, de 13, y Samuel, de 10 años.
Atrapado en el tráfico de Los Ángeles, Affleck no pudo disimular su cansancio, ya que no pudo dejar de bostezar mientras esperaba que el semáforo cambiara a verde después de la ceremonia que tuvo lugar en la famosa A Little White Wedding Chapel, en Las Vegas, Nevada.
Sin embargo, cuando la estrella de Aguas profundas se dio cuenta de que estaba siendo fotografiado, hizo un esfuerzo por extender su mano por la ventana del auto y mostrar su anillo de matrimonio que lo une a Jennifer Lopez.
La salida de Ben ocurre después de que, a pesar de la ceremonia en la capital de las segundas oportunidades, según People y TMZ, la pareja tiene planes de organizar una gran celebración nupcial con familiares y amigos en la propiedad del famoso actor, situada en la ciudad costera de Riceboro, Georgia, cerca de Savannah.
