Gracias a una denuncia anónima, la policía militar de Brasil rescató a una mujer y a sus dos hijos, de 17 y 22 años, quienes habían estado secuestrados por su propio padre durante 17 años.
Las víctimas fueron encontradas atadas, en condiciones insalubres y desnutridas, dentro de una habitación de su casa en Guaratiba, Río de Janeiro.
Luego del rescate, la mujer informó a las autoridades que no habían visto la luz del día en 17 años, que solo podían comer con permiso y que eran víctimas constantes de golpizas e insultos por parte de su esposo, Luiz Antonio Santos Silva, con quien llevaba 23 años.
Contó que no había sentido la luz del sol en 17 años, y fue la primera vez que experimentó esa sensación después de tanto tiempo. Al ofrecerle agua y preguntarle si quería comer, ella respondió que no podía, ya que su esposo no lo permitía.
Intenté explicarle que ella y sus hijos estaban a salvo y que su esposo había sido arrestado, pero seguía negándose a comer.
Las autoridades indicaron que los adolescentes presentaban un estado de desnutrición tal que su apariencia era la de niños pequeños.
Al ver el estado en que se encontraban, pensé que no habrían sobrevivido una semana más. Hablé con la madre en la ambulancia tras el rescate; ella apenas podía hablar debido a la debilidad.
Por otro lado, los vecinos afirmaron que habían estado denunciando la situación en la casa de Santos Silva durante dos años, pero las autoridades solo acudieron ahora, encontrando una escena desgarradora.
La policía militar informó que Santos Silva enfrentará un juicio por cargos de secuestro, tortura, maltrato y agresión. Por su parte, la mujer y sus hijos ya reciben atención de especialistas en medicina, nutrición y psicología.