La comunidad LGBT+ ha luchado arduamente para que se reconozcan sus derechos, permitiendo que cada persona, sin importar su orientación sexual o identidad de género, viva de manera libre y segura, sin ser atacada o discriminada. Sin embargo, debemos reconocer la triste realidad de que muchas personas aún sienten la necesidad de ocultar quiénes son para triunfar en sus vidas o, incluso, para estar a salvo.
Podríamos pensar que el mundo del espectáculo está libre de estos problemas y que, en general, quienes trabajan en este ámbito tienen una mentalidad más abierta. Desafortunadamente, esto no siempre es así, como lo demuestra la experiencia del actor Jonathan Bailey, protagonista de la segunda temporada de Bridgerton.
A pesar de ser el actor principal de una de las series más exitosas de Netflix en la actualidad, el inicio de Jonathan en la industria no fue fácil. El actor es gay y, cuando era nuevo en el mundo del espectáculo, recibió un consejo que impactó profundamente su forma de ver las cosas.
Le dijeron que había dos cosas que nadie necesita saber: si eres alcohólico o si eres gay. Solo se necesita que una persona en una posición de poder mencione eso, y se propaga la idea. Así que, por supuesto, pensé que para ser feliz necesitaba ser heterosexual.
Para un actor primerizo, esas palabras representaron un fuerte recordatorio constante. Lo más triste es que no solo lo aplicó en su vida profesional, sino que, como él mismo comentó, llegó a creer que su sexualidad podría ser un obstáculo no solo para su éxito como actor, sino también para su felicidad.
Sin embargo, ocultar quién eres no es algo que muchas personas toleren por mucho tiempo, y Jonathan descubrió que vivir de manera auténtica es mucho más valioso que cualquier papel en una película.
Llegué a un punto en el que pensé: ‘Al diablo con esto’. Prefiero ir de la mano con mi novio en público, o tener un perfil normal en Tinder sin temor, a conseguir un papel.
Secretos a voces en Hollywood
La carrera de Jonathan aún estaba en sus primeras etapas cuando decidió que no ocultaría su sexualidad. Al hablar con Ian McKellen, otro actor que ha sido sincero sobre su sexualidad, se sorprendió al descubrir que, en muchas ocasiones, son los mismos actores gays quienes opinan que es mejor ser más reservados sobre su orientación sexual.
En esta época, las conversaciones más conservadoras que he tenido sobre ser honesto con respecto a mi sexualidad han sido con hombres gays en la industria. Siento que hay un sentimiento de vergüenza muy arraigado entre ellos.
