Donald Trump se encuentra en una situación más comprometida que nunca respecto a posibles violaciones de las leyes de seguridad nacional de EE. UU. Desde el allanamiento a su residencia en Mar-A-Lago, en Palm Beach, Florida, el pasado 8 de agosto, y la publicación de la lista de documentos confiscados el 12 de agosto, el expresidente está en el epicentro de una tormenta mediática y legal.
Según informes de medios estadounidenses, Trump ha empezado a mostrar signos de paranoia, señalando incluso a miembros de su propia familia, como su esposa Melania Trump, como posibles informantes sobre la redada del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Un funcionario reveló a Newsweek que la redada se llevó a cabo con base en información suministrada por una fuente confiable, identificada en un informe del Wall Street Journal como “CI-1”.
En una entrevista para Business Insider, Michael Cohen, exabogado de Trump, afirmó que el informante que pudo haber contribuido a la redada del FBI en Mar-a-Lago está dentro del “círculo íntimo” del expresidente, señalando específicamente a uno de sus hijos o a su yerno.
No me sorprendería que fuera Jared [Kushner] o alguno de sus hijos. ¿Quién más tendría conocimiento sobre la existencia de una caja fuerte y el contenido específico guardado en su interior? Sin duda alguna, es alguien del círculo más cercano a Trump.
Tras el allanamiento realizado por el FBI, Trump acusó en su red social, Truth Social, a los agentes federales de “mala conducta fiscal”.
Se les solicitó a todos que abandonaran el lugar, ya que deseaban permanecer solos, sin testigos que observaran sus acciones, ya sea tomando o, con suerte, no “plantando” pruebas.
Fuentes cercanas al expresidente le informaron a ABC News que la redada del FBI fue motivada por 15 cajas de documentos que Trump trasladó de la Casa Blanca a Mar-a-Lago al dejar su cargo.
A principios de este año, los Archivos Nacionales solicitaron al Departamento de Justicia que investigara si Trump había infringido la ley al llevarse las cajas, algunas de las cuales contenían información clasificada.
Asimismo, fuentes informaron a Newsweek y The Wall Street Journal que un informante alertó a las autoridades sobre la posible mala gestión de documentos clasificados en Mar-a-Lago.
Documentos legales difundidos por la Corte Suprema indicaron que durante el allanamiento, los agentes del FBI se llevaron una treintena de cajas repletas de documentos clasificados como “secreto”, “ultrasecreto” o “confidencial”.
Esto complica la defensa del exmandatario, quien sostiene que la búsqueda no era necesaria y que había estado cooperando con las autoridades desde que el Departamento de Justicia comenzó una investigación sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
El expresidente también ha declarado que, de hecho, descalificó los documentos que aún poseía. Sin embargo, por el momento, no hay evidencia que respalde las afirmaciones de Donald Trump.
