Sin lugar a dudas, ganar la lotería transforma la vida de cualquier persona, ya que aquellos afortunados, tras apostar a la suerte, saben que su futuro está asegurado por muchos años o incluso para siempre.
Las historias inspiradoras como esta son conmovedoras, especialmente cuando involucran a personas buenas que creían haberlo perdido todo. Tal es el caso de Mercedes, una mujer originaria de Alicante, España, que ganó más de un millón de dólares en la lotería.
Conocida y apreciada por los vecinos del barrio de Florida, según Euronews, antes de que la fortuna le sonriera, Mercedes era una mujer que pedía comida y dinero frente a un supermercado situado justo enfrente de la administración de Lotería Estanco 54, el lugar que le cambiaría la vida.
Al final del día, la madre de cinco hijos cruzaba la calle para ir al establecimiento y comprar un billete de la Bonoloto por un dólar. Había estado repitiendo este ritual durante cuatro años, hasta que un día se enteró de que su boleto había sido premiado con poco más de un millón de dólares.
Cuando se anunció que el primer premio de la Bonoloto se había vendido en el lugar, los vecinos estaban ansiosos por saber quién había sido el afortunado, todos menos la propia ganadora, quien, ajena a la noticia, continuó pidiendo limosna como de costumbre.
Ella se quedó llorando. A pesar de pensar que los números coincidían, no se imaginaba que podía ser la ganadora. Así que cuando supimos, todos nos pusimos a llorar, y ella incluso temblaba de la emoción.
– María Ángeles Torregrosa, propietaria del estanco, para ‘Euronews’
Según el diario El País, tras cobrar el dinero y depositarlo en el banco, Mercedes y su familia planean cómo invertirlo. Sin embargo, la ganadora sorprendió a muchos con su primera compra, pues decidió regalarse un par de zapatillas.
Lo primero que hizo fue comprarse unas zapatillas de cinco dólares y vino a ensenármelas. Para ella, ha sido una experiencia muy emocionante. Sigue haciendo lo mismo de siempre, lo que hacía todos los días. Todo, menos mendigar, por supuesto.
– María Ángeles Torregrosa, propietaria del estanco, para ‘El País’